La empresa de telecomunicaciones nacional, WOM, estuvo al borde de la quiebra luego de que el factoring Siete Cumbres solicitara su liquidación forzosa ante el 15° Juzgado Civil de Santiago.
«En relación a la nota publicada sobre la solicitud de quiebra de WOM, como compañía queremos aclarar que la solicitud de liquidación forzosa solicitada por Siete Cumbres fue retirada», afirmó la empresa en un comunicado enviado a Meganoticias.
Más temprano, WOM había informado al medio La Segunda que se encontraban en conversaciones con el factoring, lo que finalmente resultó en una resolución positiva para la compañía.
Motivos de la solicitud de quiebra
La solicitud de quiebra presentada por Siete Cumbres se fundamentó en la existencia de 58 facturas impagas por parte de WOM, alcanzando un monto total de $571 millones. Según reportes de La Segunda, esta deuda se había acumulado entre los meses de agosto y noviembre del año anterior.
La situación financiera de la empresa se vio comprometida debido a este acumulado de deudas, lo que llevó al factoring a iniciar los trámites legales para la liquidación forzosa de WOM.
Negociaciones exitosas
Sin embargo, las negociaciones entre WOM y el factoring Siete Cumbres lograron evitar el desenlace de la quiebra. La retirada de la solicitud de liquidación forzosa representa un respiro para la compañía de telecomunicaciones, que ahora podrá enfocarse en solventar sus obligaciones pendientes y mantener su operatividad en el mercado nacional.
El acuerdo alcanzado entre ambas partes permite a WOM encarar esta situación financiera con mayor estabilidad y continuidad en sus operaciones.
Futuro de WOM
Con la amenaza de quiebra disipada, WOM enfrenta el desafío de resolver sus compromisos financieros pendientes y fortalecer su posición en el mercado de las telecomunicaciones en Chile. La resolución de este conflicto representa una oportunidad para la empresa de reestructurarse y continuar ofreciendo sus servicios a los clientes en el país.
La capacidad de WOM para mantener su viabilidad financiera y recuperar la confianza de los inversionistas será determinante para su futuro en el competitivo sector de las telecomunicaciones.