El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, actualizó el estado de salud de los estudiantes que resultaron heridos dentro del Internado Nacional Barros Arana (INBA), tras una explosión en los baños por el uso de bombas molotov.
Además, condenó los hechos, asegurando que estos «no pueden ser legitimados como acciones de movilización social», y expresó que la manipulación de estos artefactos al interior del recinto educativo es una situación «de máxima gravedad».
«Son un arma con un potencial destructivo»
Cataldo manifestó que su cartera y la Municipalidad de Santiago están trabajando para reducir y evitar estos episodios en los colegios de la comuna. «Junto con lamentar esta situación, también queremos condenar muy enfáticamente los hechos de violencia«, sostuvo.
En la instancia, agregó que estos artefactos explosivos «son un arma con un potencial destructivo. No solo es inaceptable su uso en general, sino que en particular dentro de los espacios educativos que deben ser considerados espacios protegidos».
«Las acciones de violencia como las que hemos visto no pueden ser legitimadas como acciones de movilización social, porque detrás de esto no hay demandas, no hay objetivos, no hay rostros», agregó.
Al respecto, indicó que «una cosa es la movilización social legítima en cualquier Estado de derecho, otro es legitimar las acciones de violencia cuando estas son sin sentido y provocan el daño que estamos evidenciando».
Algunos estudiantes fueron dados de alta
La emergencia fue provocada por una reacción química entre una bomba incendiaria y un contenedor con líquido inflamable mientras un grupo de estudiantes preparaba una manifestación, presuntamente, en las afueras del colegio.
De acuerdo con el reporte entregado el miércoles por el Minsal, producto del incendio resultaron 35 estudiantes heridos, de los cuales 17 se encontraban graves, 7 de mediana gravedad y 7 leves. «Hay pacientes que están muy graves», indicó la ministra Ximena Aguilera.
Al finalizar el punto de prensa este jueves, el ministro Cataldo actualizó que 10 estudiantes fueron dados de alta, 16 todavía permanecen en estado grave y 5 se mantienen en riesgo vital tras la explosión.