Controversia generó la denuncia sobre presunta intervención del caudal del río Vizcachas, que nace en el sudeste de la provincia de Santa Cruz (Argentina) y termina en la comuna de Torres del Paine, en la Región de Magallanes.
De acuerdo a lo señalado por los estancieros de la zona, el curso del agua habría sido cortado en territorio argentino, por lo que el río ahora está completamente seco en tierras chilenas, por primera vez en la historia.
Esta presunta modificación del caudal del río binacional ha afectado tanto a la fauna local como a centros turísticos, situación por la que la Cancillería chilena se puso en contacto con el gobierno argentino para pedir explicaciones.
Así lo señaló la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, quien detalló a Radio Pauta que «no hay una nota de protesta. Nosotros lo que estamos haciendo es levantar antecedentes, que es lo que corresponde, y se comprobó en terreno que efectivamente el curso de esa agua estaba cortado en una parte y por lo tanto estamos haciendo lo que corresponde desde la Cancillería».
Junto con esto, dijo que la información sobre el tema ya es de público conocimiento, en respuesta a la solicitud de antecedentes por parte de algunos diputados.
«Nosotros estábamos ayer en la Cámara cuando un parlamentario habló de este tema y dijo que iba a oficiar a la Cancillería para pedir antecedentes. Estos antecedentes han sido públicos y aquellas cosas que evidentemente la Cámara de Diputados en su facultad de poder fiscalizar le corresponde hacer, nosotros vamos a responder bajo los parámetros de la institucionalidad», sostuvo De la Fuente.
La inspección en terreno fue realizada por la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol), que viajó a Torres del Paine para revisar in situ la situación. Con ese objetivo, el día 20 de marzo una delegación de la Difrol, liderada por el director de Límites, Samy Hawa, y los funcionarios de Pía Ferretti, Marcelo Luengo y Pablo Urbina, se trasladaron vía aérea a la ciudad de Puerto Natales, y luego en vehículo alquilado a la Estancia San Luis, ubicada aproximadamente a unos 90 kilómetros hacia el norte de la localidad.
Tras la inspección, la Difrol realizó un informe donde alertó: «La suspensión del curso de agua desde Argentina provocó serios perjuicios a la estancia y sus dueños, imposibilitando por completo la realización de actividades de pesca que se ofrece en la estancia, así como generando una modificación del comportamiento de fauna silvestre, obligando su migración a otras fuentes».