A más de un mes del inicio de la huelga legal, los trabajadores de la Planta Valdivia de Celulosa Arauco realizaron una nueva marcha por la ciudad de Valdivia, cuestionando la postura de la empresa y anunciando que evalúan trasladar sus manifestaciones hasta el Palacio de La Moneda en Santiago.
Sin avances en las negociaciones
El secretario del Sindicato de Trabajadores, Gustavo Anwandter, expresó que las negociaciones con la empresa no han mostrado avances significativos. Según Anwandter, la postura de Celulosa Arauco en el conflicto se asemeja a la de un «patrón de fundo», al no ofrecer soluciones a las demandas de mejoras salariales, aumento del sueldo base, bonos y beneficios.
La falta de resultados llevó a los trabajadores a considerar un viaje a Santiago para manifestarse frente al Palacio de La Moneda, con el objetivo de visibilizar sus demandas a nivel nacional e internacional.
Postura de Celulosa Arauco
La jefa de Asuntos Públicos de Arauco, Beatriz Gatica, defendió la postura de la empresa, asegurando que han ofrecido propuestas «honestas» y «transparentes». Sin embargo, destacaron los impactos generados por la paralización de las faenas:
- Reducción del 50% en las operaciones de empresas de servicios vinculadas al transporte forestal, traslado de pasajeros y alimentación industrial, afectando a 3.200 trabajadores.
- Traslado de servicios a otras regiones para mantener empleos.
- Suspensión del suministro de 18 mil MW de energía renovable al Sistema Eléctrico Nacional, equivalente al consumo mensual de 90 mil hogares.
Apoyo de otros sindicatos
El Sindicato de Trabajadores de la Universidad Austral entregó su apoyo a los huelguistas, calificando la postura de Celulosa Arauco como «apática» y comparándola con las dificultades que enfrenta su propio plantel universitario. Si bien su respaldo es principalmente moral, han colaborado con víveres para los trabajadores, quienes no reciben sueldos desde el inicio de la huelga en diciembre.
El conflicto, que ya cumplió 35 días, mantiene paralizadas las faenas de la planta y sin señales claras de resolución, dejando en evidencia las tensiones entre los trabajadores y la empresa.