Gran parte de las pequeñas y medianas empresas, más conocidas como pymes, están constantemente buscando maneras de financiar sus emprendimientos, y dentro del abanico de posibilidades que existen, se encuentran los términos del Factoring, Leasing y Leaseback.
Se trata de sistemas alternativos a los créditos bancarios que conceden empresas financieras, para subvencionar los gastos de emprendedores. Conoce las definiciones y sus ventajas a continuación.
El portal de educación financiera de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) detalla los conceptos de la siguiente manera:
Factoring: es una herramienta que permite que muchas empresas tengan liquidez inmediata en sus negocios.
Lo anterior a partir de la venta a la empresa de factoring de sus facturas por cobrar como cheques, pagarés, letras, depósitos a plazo endosables, entre otros. Una corporación compra a la pyme las cuentas por recaudar y le anticipa estos fondos.
Francisco Goycoolea, gerente comercial de CFC Capital, afirma que “si tu pyme tiene menos de 6 meses y necesitas liquidez con urgencia, tu mejor opción sería el Factoring. Esta herramienta es ideal, ya que además de ayudarte financieramente, también brinda apoyo con la gestión empresarial, es mucho más que un instrumento financiero tradicional, puesto que anticipa flujos futuros, administra cuentas por cobrar, otorga custodia de documentos valorados y servicios de cobranza y recaudación”.
Ventajas:
- Supone una mejora importante en el flujo de caja de la empresa, lo que permite que la pyme disponga de capital de trabajo.
- Al ser la empresa de factoring la que gestiona la cobranza, libera a la pyme de esta labor y le permite centrarse en explotar la actividad a la que se dedica mientras la cobranza se gestiona por vía telefónica.
Leasing: de acuerdo con CMF Chile, con esta herramienta es posible adquirir elementos que ayudan a la operación de empresas. Las entidades financieras hacen la adquisición a su nombre y dejan en arriendo a un tercero, a través de un contrato.
Francisco Goycoolea, Gerente Comercial de CFC Capital afirma que “este instrumento es ideal para aquellas pymes que requieren adquirir activos fijos, como por ejemplo vehículos, camiones, terrenos, oficinas, entre otras, pero no tienen el presupuesto para comprarlos”.
La empresa financia la adquisición de activos mediante un contrato de arrendamiento a la pyme en un plazo determinado, y así una vez finalizado el contrato, el bien pasa a ser parte de la empresa que toma el leasing.
“No hay grandes restricciones, evaluamos a las empresas que tienen al menos 6 meses de funcionamiento, también analizamos otro tipo de casos”, explica el experto.
Leaseback: es una operación que busca transformar en dinero una propiedad de una empresa, esta se vende al banco que posteriormente realizará un contrato de arrendamiento de la misma propiedad con dicho vendedor. Se le puede llamar una venta con retroarrendamiento.
Una modalidad de financiación relativamente sencilla y rápida. Por lo general se utiliza en venta de oficinas, industrias o locales comerciales y de forma más minoritaria en viviendas.
Francisco Goycoolea de CFC Capital, recomienda que se emplee este método cuando tienes activos y necesitas liquidez. Este instrumento otorga financiamiento mediante un contrato de compraventa y arrendamiento con opción de compra, donde la empresa de leasing compra a su cliente algún activo fijo, entregando liquidez mediante el pago del precio pactado por el mismo. “La empresa se lo entrega en arriendo mediante un contrato de arrendamiento a un plazo determinado, quedando a su disposición, al igual que en una operación de leasing convencional. Al final del periodo pactado existe también una opción de compra que permite el retorno del bien al propietario original”.