La Municipalidad de Quilpué ingresó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso contra el proyecto minero La Carmelita, ubicado en el sector de Colliguay. Según la alcaldesa de la comuna, Carolina Corti, este proyecto vulnera la protección de la flora y fauna del área y genera preocupación entre los habitantes de Cerro Viejo, una zona a solo 1.5 kilómetros de las operaciones mineras.
Preocupaciones ambientales y legales
La alcaldesa Corti señaló que la empresa responsable habría evitado someter el proyecto al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), una instancia que considera indispensable para determinar el impacto ambiental de la extracción de minerales auríferos en la zona. Este hecho, según Corti, representa un precedente «cuestionable» y fundamenta el recurso interpuesto.
Además, el municipio exige que la compañía cumpla con las normativas legales que resguardan el medio ambiente y la seguridad de la población, anticipando acciones legales adicionales en caso de irregularidades.
Oficios y solicitudes de fiscalización
Diputados del 6º distrito, Diego Ibáñez y María Francisca Bello, ambos del Frente Amplio, oficiaron tanto a la Municipalidad de Quilpué como a la Seremi de Vivienda y Urbanismo de Valparaíso. En sus oficios, solicitaron que se transparente la existencia de permisos solicitados y aprobados por parte de la empresa, incluyendo autorizaciones de la Dirección de Obras Municipales (DOM).
El diputado Ibáñez enfatizó la necesidad de proteger a la comunidad de Colliguay y el medio ambiente, exigiendo fiscalizaciones rigurosas y la paralización del proyecto si se detectan irregularidades en los permisos.
Aprobación del proyecto por Sernageomin
El proyecto minero La Carmelita fue aprobado por el Sernageomin en 2024 e incluye la construcción de instalaciones auxiliares como oficinas y comedores. Sin embargo, de acuerdo con la normativa vigente, dichas instalaciones requieren también la autorización del municipio.
La controversia continúa generando incertidumbre entre los vecinos, quienes temen que las actividades mineras impacten gravemente en el entorno natural y la calidad de vida en la zona.