La empresa forestal Arauco informó que cerca del 40% de los cortafuegos construidos desde 2017 en el país han sido ocupados ilegalmente. Esta situación afecta principalmente a regiones con alta incidencia de incendios forestales, como el Biobío, donde se concentra el 40% de los cortafuegos nacionales.
Ocupaciones ilegales en cortafuegos
Ramón Figueroa, subgerente de protección de incendios forestales de Arauco, señaló que en localidades como Curanilahue, Lebu y Los Álamos, las ocupaciones llegan al 100%. Estas tomas ilegales limitan la efectividad de los cortafuegos, que tienen como objetivo separar las zonas urbanas de los bosques para prevenir la propagación de incendios.
La situación se evidenció nuevamente tras conocerse la ampliación ilegal de viviendas sociales en Dichato, donde los cortafuegos fueron utilizados como parte de los patios de las casas, lo que generó preocupación entre las autoridades.
Llamado a respetar los cortafuegos
La directora del Serviu en el Biobío, María Luz Gajardo, hizo un llamado a no usar los cortafuegos como extensiones de propiedades, destacando que las políticas del servicio buscan diseñar proyectos habitacionales que dejen estas áreas fuera de los patios traseros. Esto incluye situar cortafuegos después de una calle o espacio natural desocupado que cumpla su función de barrera contra incendios.
Importancia de los cortafuegos en Biobío
La región del Biobío cuenta con 8 mil kilómetros de cortafuegos, el equivalente al 40% del trazado nacional, y alberga la zona de interfaz más grande de Chile, comprendida entre Hualqui y Tomé. Estos espacios son cruciales para proteger comunidades de los incendios forestales, pero las ocupaciones ilegales comprometen su efectividad y aumentan los riesgos en temporadas críticas.