El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este domingo que su gobierno impidió el ingreso al país de aviones militares de Estados Unidos que transportaban a migrantes colombianos deportados. Petro señaló que solo aceptará la repatriación de sus connacionales mediante vuelos civiles y con respeto por su dignidad.
Declaraciones del presidente Petro
A través de la red social X, Petro afirmó: «Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece», explicando que ordenó devolver los vuelos militares enviados por Estados Unidos.
El mandatario también expresó: «En aviones civiles, sin trato de delincuentes, recibiremos a nuestros connacionales. Colombia se respeta». Además, criticó que Estados Unidos no cumplió con el debido proceso requerido para la deportación, según una fuente de la Presidencia colombiana.
Aunque Petro no especificó la cantidad de vuelos rechazados ni el número de migrantes implicados, aseguró que Colombia no tolerará la falta de respeto hacia sus ciudadanos en procesos de deportación.
Respuesta de Estados Unidos
Hasta el momento, las autoridades estadounidenses no han respondido a las declaraciones del presidente colombiano. Sin embargo, Tom Homan, encargado de fronteras del gobierno de Trump, declaró en una entrevista con ABC que, si los países de origen se niegan a recibir vuelos de deportación, los migrantes podrían ser enviados a un tercer país.
Críticas de Brasil por trato «denigrante» a migrantes deportados
El gobierno brasileño, liderado por Luiz Inácio Lula da Silva, se sumó a las críticas hacia Estados Unidos tras denunciar el trato «denigrante» recibido por 88 migrantes brasileños deportados.
Según relatos de los deportados a la agencia AFP, durante el vuelo estuvieron esposados de pies y manos, pasaron horas sin aire acondicionado y sin acceso a agua o servicios básicos.
Una fuente del gobierno de Brasil aclaró que estas deportaciones corresponden a un acuerdo bilateral previo, pero afirmó que solicitarán explicaciones a Estados Unidos por las condiciones en que se realizó el traslado.
La postura de Colombia y Brasil refleja el creciente malestar en América Latina frente al endurecimiento de las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump, exigiendo respeto y dignidad hacia los migrantes deportados.