Estas semanas estamos ante una de las épocas más importantes para los estudiantes, en especial aquellos que se han presentado a selectividad. Los resultados que adquieran en estas pruebas determinarán si estudian o no la carrera universitaria que desean, ya que deben conseguir una calificación igual o superior que la nota de corte que ha establecido cada universidad para el grado ofrecido.
Debido a esta situación, puede haber alumnos que tengan claro la carrera que quieren estudiar, otros que lleven un largo tiempo pensándolo y duden entre varias opciones y algunos que aún no están seguros del todo del campo o área que quieren elegir. Tal es la importancia de esta decisión que desde el instituto ya se empieza a hablar a los estudiantes sobre los diferentes estudios que existen en la actualidad.
En algunas ocasiones, esta decisión se vuelve complicada y muchas personas consideran que, después de terminar sus estudios, quizá deberían haber escogido otro rumbo. A pesar de ello, es cierto que la carrera escogida por los jóvenes no tiene por qué marcar su futuro de por vida, ya que se podrá cambiar de estudios o empezar otros nuevos.
La determinación final que tomen los estudiantes va marcada por las salidas laborales que pueda tener la carrera, siendo algunas muy claras y específicas y otras mucho más abiertas con diferentes opciones menos seguras. Entre la multitud de los grados universitarios que están disponibles, algunos tienen más empleabilidad que otros y son más o menos populares a la hora de ser elegidos.
Grado del 100% de empleo
Aunque esto pueda parecer improbable, hoy nos fijamos en una de esas opciones que no suelen ser las escogidas para estudiarse en la universidad. Se trata del grado de Ingeniería Agrícola que, a diferencia de hoy, en los años 90 tuvo una alta demanda (5.000 alumnos por año). Ahora los alumnos se decantan por otro tipo de grados e ingenierías, ya que lo agrónomo no resulta tan atractiva para los jóvenes y asocian esta palabra con tener que trabajar en el campo.
Las personas que realizan esta carrera pueden encontrarse con una alta demanda por parte de las empresas, por lo que la empleabilidad es prácticamente segura al finalizar los estudios en la universidad. Sin embargo, se ha detectado un notable descenso en la matriculación para estudiar Ingeniería Agrícola, a pesar de que muchas empresas requieren de estos perfiles.