A un año del devastador incendio que afectó a Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, se han removido más de 55 mil toneladas de escombros en un proceso logístico sin precedentes en el país. Sin embargo, la operación dejó deudas multimillonarias para el Estado.
El Ministerio de Obras Públicas (MOP) asumió la tarea de remover los restos del incendio en un plazo de dos meses, coordinando un operativo de 470 maquinarias, entre equipos estatales y privados.
Más de 55 mil toneladas de escombros removidas
Según cifras oficiales, se retiraron 55.540 toneladas de material, el equivalente a casi 800 aviones Boeing 737. Los escombros fueron trasladados a vertederos y canchas de fútbol en distintas comunas.
Para cumplir con la urgencia, se recurrió a empresas externas con maquinaria pesada, además de equipos del MOP y municipios. En total, el despliegue incluyó:
- 218 máquinas arrendadas.
- 19 maquinarias del MOP.
- 64 equipos municipales.
Deuda de $6 mil millones con empresas contratadas
El arriendo de maquinaria y contratación de servicios generó una deuda superior a los $6 mil millones, principalmente con la empresa San Nicolás, encargada de parte del retiro de escombros.
El actual delegado presidencial de Valparaíso, Yanino Riquelme, aseguró que el pago de esta deuda se realizará durante el primer trimestre de 2025.
Más de 5.000 toneladas de material reciclado
Dentro del material removido, más de 5.000 toneladas han sido recicladas gracias a iniciativas público-privadas que permitieron la separación de estructuras reutilizables.
Este proceso busca dar una nueva vida a los residuos generados por el siniestro y mitigar el impacto ambiental del desastre.
Descartan presencia de víctimas en vertederos
Uno de los factores que ralentizó la remoción de escombros fue la búsqueda de cuerpos de víctimas entre los restos siniestrados.
No obstante, tras intensas diligencias, se descartó que restos de personas fallecidas hayan sido trasladados a vertederos durante el retiro de material.
El proceso de reconstrucción sigue en marcha, mientras las autoridades enfrentan los desafíos logísticos y financieros que dejó una de las emergencias más devastadoras en la historia del país.