El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció su intención de bloquear el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur, argumentando que su país hará todo lo posible para impedir su ratificación. Francia, que encabeza la oposición al pacto, sostiene que el tratado es «inaceptable», ya que no exige a los agricultores sudamericanos cumplir con las mismas normas ambientales y sanitarias que rigen en la UE.
Razones del rechazo francés al acuerdo
El tratado de libre comercio, firmado el 6 de diciembre de 2024, aún debe ser ratificado por al menos 15 Estados miembros de la UE, que representen el 65% de la población del bloque, antes de obtener la aprobación final en el Parlamento Europeo.
Macron justificó su postura durante la inauguración del Salón de la Agricultura en París, asegurando que los agricultores europeos no deben verse perjudicados por acuerdos comerciales desiguales.
«Nuestros agricultores no pueden ser la variable de ajuste del poder adquisitivo ni de los acuerdos agrícolas», declaró el mandatario.
Según Francia, la falta de regulaciones ambientales y sanitarias en los países del Mercosur podría generar una competencia desleal y afectar la producción agrícola europea.
Preocupaciones sobre la soberanía alimentaria
El presidente francés también advirtió sobre los riesgos de depender de importaciones de alimentos, sugiriendo que el tratado podría comprometer la seguridad alimentaria de Europa en el futuro.
«No hay nada que diga que mañana los alimentos no se convertirán en un arma. Nuestra responsabilidad es producir en nuestro propio suelo lo que necesitamos para alimentar a nuestros hijos», enfatizó Macron.
Esta postura refuerza la estrategia de Francia de proteger su sector agrícola y garantizar que la producción interna no se vea afectada por importaciones masivas desde Sudamérica.
El futuro del acuerdo UE-Mercosur
El Mercosur, fundado en 1991, está compuesto por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, con Bolivia incorporado en 2023, aunque su adhesión no está incluida en el acuerdo. Venezuela, que se unió en 2012, fue suspendida en 2016.
El tratado enfrenta serios obstáculos políticos y diplomáticos. Si Francia logra bloquear su ratificación, el acuerdo podría sufrir retrasos o incluso ser descartado, poniendo en riesgo décadas de negociaciones entre la UE y el bloque sudamericano.