A más de ocho años de la desaparición y muerte de la estudiante japonesa Narumi Kurosaki en Francia, el caso sigue sin cerrarse del todo. El único condenado hasta ahora es el chileno Nicolás Zepeda, quien ya ha sido sentenciado dos veces y deberá enfrentar un tercer juicio en 2026, según lo ha determinado la justicia francesa.
El testimonio que puede cambiar el rumbo del juicio
Ramírez prestó declaración ante la justicia española el 24 de enero de 2017, cuando Kurosaki ya estaba reportada como desaparecida. En su relato, mencionó que Nicolás Zepeda le pidió alojamiento en su casa en Barcelona poco después de la desaparición.
- Nicolás Zepeda se desplazó hasta Ginebra (Suiza) para un evento del cual nunca asistió, lo que generó dudas.
Las contradicciones y el pedido de discreción
El primo de Zepeda reveló que este le pidió ser discreto con su visita a Barcelona y evitar hacer público su paradero. Además, el acusado habría mentido sobre su asistencia a un congreso en Suiza.
- Nicolás Zepeda solicitó no revelar su presencia en Barcelona, alegando problemas con su padre.
Conversaciones clave y sospechas posteriores
El primo de Zepeda entregó mensajes que sugieren que Nicolás estaba interesado en recabar información sobre la investigación por la desaparición de Narumi Kurosaki.
- Zepeda habría intentado obtener información relevante sobre la investigación a través de contactos con su primo.
Interés en temas forenses y un cambio en su forma de hablar
Según el testimonio, Zepeda demostró interés por temas médicos relacionados con la muerte por asfixia y otros aspectos forenses, generando sospechas adicionales a su comportamiento.