La capital chilena, alguna vez reconocida por su vibrante vida nocturna, enfrenta hoy un escenario alarmante. Bares, discotecas y centros de entretenimiento han reducido sus horarios o directamente cerrado, arrastrados por la percepción creciente de inseguridad, la falta de transporte nocturno y cambios en los hábitos de consumo.
Los efectos son visibles: las personas prefieren salir más temprano o cambiar sus rutinas por temor a ser víctimas de delitos. “No solamente yo, sino todo mi círculo ha cambiado sus rutinas. Ahora salimos en la tarde”, comenta una residente.
Hostelería en crisis por temor a la delincuencia
El sector de la hostelería ha sido uno de los más golpeados. Las ganancias han disminuido más del 50%, según testimonios recogidos. “Mi venta bajó un 60%. Un sábado a esta hora yo tenía lleno, ahora cierro a las 8 de la noche”, señala una comerciante. A pesar del apoyo municipal con guardias, la clientela ha desaparecido. “La gente dice que el sector está malo y no viene”.
El crimen como freno económico
La delincuencia en Chile no solo compromete la seguridad de los ciudadanos. Según proyecciones, supone una pérdida del 2,6% del PIB. De no haberse incrementado la tasa de criminalidad, en 2025 el país habría contado con 9.000 millones de dólares adicionales en actividad económica, casi el doble del presupuesto asignado al Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Chile: baja violencia, alto impacto económico
Aunque Chile mantiene la tasa de homicidios más baja de Sudamérica, expertos advierten que el impacto económico del crimen es mayor en países con niveles moderados de violencia. En América Latina y el Caribe, Chile presenta uno de los costos indirectos del crimen más bajos, en torno al 2,4%, pero estos igualmente afectan el desarrollo.
Urge un nuevo marco legal y transporte seguro
Autoridades y gremios del sector nocturno coinciden en que es necesario mejorar la seguridad y el transporte público, además de generar un marco legal más favorable para reactivar la industria. La falta de estas condiciones ha convertido la noche en una franja horaria desierta, temida y económicamente estancada.