Ozzy Osbourne falleció a los 76 años, a pocas semanas de su esperado concierto de despedida. El icónico cantante británico, reconocido mundialmente por liderar a Black Sabbath y su carrera como solista, murió tras años de lucha contra el Parkinson.

La noticia fue confirmada por su familia mediante un comunicado: «Con una tristeza indescriptible, tenemos que informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de mucho cariño».
Despedida sobre el escenario
El 5 de julio, en un emotivo show en Birmingham, su ciudad natal, Osbourne ofreció su última actuación junto a Black Sabbath. Interpretó sentado su clásico «Paranoid», acompañado por miles de seguidores y figuras destacadas del heavy metal.
El concierto, realizado en el estadio Villa Park, fue un homenaje al género que ayudó a forjar. El cantante, visiblemente afectado por su enfermedad, entonó sus últimas canciones desde un trono satánico, símbolo de su legado como «el padrino del heavy metal».
«I love you (los amo)», gritó a la multitud, cerrando con esas palabras su vínculo directo con sus seguidores. La escena marcó un adiós crudo, cargado de emoción y fidelidad al espíritu del rock.
Lucha contra el Parkinson
Desde enero de 2021, Osbourne había confirmado públicamente que padecía Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por temblores, rigidez muscular y pérdida de equilibrio.
A comienzos de 2025, reconoció que enfrentaba serias dificultades para caminar, aunque mantenía la esperanza de reunirse con sus antiguos compañeros de banda. Esa ilusión se materializó en su concierto final, el cual selló su despedida de los escenarios.
Con su partida, se cierra una de las trayectorias más influyentes del rock y el metal. Su figura, polémica y carismática, deja una huella indeleble en la historia de la música contemporánea.