Intervención con rostro policial y fiscal
El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, dio detalles del operativo desplegado este martes en el Barrio Meiggs de Santiago, marcando el inicio de una intervención que, según señaló, se extenderá por varias semanas. El objetivo va más allá de despejar las veredas: se trata de desmantelar estructuras criminales vinculadas al contrabando y al comercio ilícito.

El secretario de Estado precisó que este plan se lleva a cabo en colaboración con la Municipalidad de Santiago, la Delegación Presidencial, el Servicio de Impuestos Internos (SII) y Aduanas.
Cierre perimetral y ofensiva estratégica
Cordero indicó que esta fase inicial del plan corresponde a un cierre perimetral, acompañado de estrategias complementarias enfocadas en la fiscalización integral. Estas acciones abarcan tanto el comercio informal como las bodegas localizadas en y fuera del perímetro intervenido.
«Esto no es simplemente un copamiento policial, esto no es simplemente una fiscalización tributaria, esto es una fiscalización destinada a desbaratar organizaciones criminales», puntualizó el ministro.
Bodegas fuera del perímetro: también bajo vigilancia
Uno de los focos clave, según explicó Cordero, serán las bodegas que abastecen a los comerciantes ilegales. Muchas de ellas no se encuentran dentro del área intervenida, pero han sido catastradas y serán fiscalizadas por el SII y Aduanas.
El operativo busca así cortar la cadena de abastecimiento que sostiene lo que el ministro calificó como «empresas que lucran sobre la base del crimen».
Más allá del toldo azul
Para Cordero, lo visible en el Barrio Meiggs —los toldos azules y la ocupación del espacio público— es solo la punta del iceberg. A su juicio, estos elementos representan el final de una trama delictiva de mayor complejidad.
«Ahí hay un grupo de organizaciones que lucran sobre la base del crimen que cometen», advirtió, descartando que se trate simplemente de comercio de subsistencia.
Coordinación municipal y despliegue fiscal
La intervención en Meiggs contempla también un trabajo sostenido con seguridad municipal y un plan de recuperación de espacios urbanos. A esto se sumará la acción coordinada de Aduanas e Impuestos Internos, quienes ya han comenzado la identificación estratégica de bodegas proveedoras de bienes ilícitos.
Cordero insistió en que este despliegue integral busca generar impacto estructural y tensionará ciertas dinámicas locales, pero que su foco está puesto en las organizaciones criminales, no en los vendedores informales tradicionales.