El Ejército y la Policía de Colombia han realizado un operativo exitoso en el departamento de Norte de Santander donde abatieron a un presunto líder del Tren de Aragua, marcando un golpe significativo contra esta organización criminal trasnacional.
El Operativo en Villa del Rosario
En la localidad de Villa del Rosario, fronteriza con Venezuela, el operativo conjunto se llevó a cabo con el propósito de desmantelar actividades criminales de gran escala. Durante esta operación, se incautaron dos armas cortas y se capturó a alias ‘Ardilla’, quien jugaba un papel crucial en la selección de víctimas para actividades delictivas como la extorsión y el secuestro.
El Ministerio de Defensa de Colombia informó que durante el allanamiento, alias ‘El Viejo’ abrió fuego contra los oficiales, lo que resultó en un enfrentamiento armado en el cual fue abatido. La reacción de las fuerzas de seguridad fue legítima y en el contexto del desarrollo de operaciones militares.
Impacto del Tren de Aragua en la Región
El Tren de Aragua, una megabanda originada en la cárcel de Tocorón en Venezuela, ha expandido su influencia y actividades delictivas a lo largo de América Latina. ‘El Viejo’ era identificado como el principal cabecilla de esta organización en la región, liderando extorsiones, secuestros y amenazas.
- Extorsión y secuestro a gran escala
- Control de territorios ilícitos
- Colaboración con otras organizaciones criminales
El Contexto Regional y los Enfrentamientos
El operativo tuvo lugar en un contexto de alta tensión en el departamento de Norte de Santander, una región estratégica debido a su cercanía con la frontera venezolana y a su importancia en las dinámicas del conflicto armado colombiano. En el área del Catatumbo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC han protagonizado enfrentamientos violentos en su lucha por el control territorial y las economías ilícitas, incluido el narcotráfico.
La ofensiva lanzada en enero pasado por el ELN contra las disidencias del Frente 33 de las FARC dejó más de 80 muertos y desplazó a miles de personas. Ciudades como Cúcuta, Ocaña y Tibú se convirtieron en refugios para quienes huyeron de la violencia.