Aumento del riesgo por aves migratorias
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha elevado el nivel de alerta por la influenza aviar H5N1, una enfermedad altamente patógena que actualmente afecta a aves migratorias provenientes del hemisferio norte. Este flujo migratorio incrementa significativamente el riesgo de contagio en el territorio nacional.
El director regional del SAG en Los Lagos, Francisco Briones, enfatizó la importancia de reforzar las medidas preventivas, especialmente en la crianza de aves domésticas. Según Briones, el país se mantiene libre de contagios en este momento, pero la vigilancia sanitaria se ha intensificado en aves migratorias debido a su papel en la propagación del virus.
Medidas preventivas y riesgos en la región
El brote actual muestra una propagación más rápida y extensa que el registrado en diciembre de 2022, el cual afectó a todas las regiones del país y dejó importantes secuelas en la provincia de Osorno. En este contexto, el SAG ha hecho un llamado a los propietarios de aves a extremar las medidas de bioseguridad, tales como:
- Evitar el contacto directo entre aves domésticas y aves silvestres.
- Refugiar y proteger las aves domésticas en espacios cerrados o techados.
- Monitorear síntomas sospechosos, como alteraciones en el comportamiento, disminución en la producción de huevos o muerte repentina.
- Reportar de inmediato cualquier caso sospechoso al SAG.
Propagación y antecedentes
La influenza aviar H5N1 es un virus que afecta principalmente a aves, pero que puede representar riesgos indirectos para la salud humana en casos específicos. Los brotes previos en el país han puesto en evidencia la necesidad de mantener una vigilancia constante, especialmente en zonas de alto flujo migratorio como la región de Los Lagos.
El SAG subrayó que una acción preventiva efectiva depende del compromiso de la comunidad avícola y de los propietarios de aves domésticas. Además, reiteró la importancia de no manipular aves silvestres enfermas o muertas y reportarlas al número oficial del organismo.
Este refuerzo en la vigilancia busca minimizar el impacto del virus en la región y proteger tanto a la fauna silvestre como a las actividades productivas relacionadas con la avicultura.