El presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, se refirió públicamente a los graves hechos ocurridos en las inmediaciones del Estadio Monumental, donde dos hinchas de Colo Colo fallecieron presuntamente tras ser atropellados por un vehículo de Carabineros en medio de los disturbios previos al partido por Copa Libertadores ante Fortaleza de Brasil.
Caos previo al partido y consecuencias inmediatas
La jornada estuvo marcada por desmanes en el exterior del recinto deportivo, donde un grupo de asistentes protagonizó desórdenes e ingresó a la cancha, obligando a suspender el encuentro internacional. La tragedia, ocurrida en la comuna de Macul, conmocionó tanto al mundo deportivo como a las autoridades.
Frente a este escenario, dos funcionarios policiales se encuentran imputados por el atropello fatal, mientras que Pamela Venegas, entonces encargada de Estadio Seguro, dejó su cargo tras los hechos. Además, Conmebol anunció que llevará el caso a su instancia judicial para evaluar posibles sanciones y responsabilidades.
Mosa: “Lo más terrible es la pérdida de vidas humanas”
El presidente del club albo lamentó la situación y expresó que lo ocurrido trasciende cualquier análisis deportivo:
“Lo más terrible es el fallecimiento de los hinchas, el resto ya lo tendremos que analizar. Tuvimos conversaciones con gente de Conmebol, Carabineros y el fiscal”, sostuvo.
Además, indicó que el foco inmediato de la institución debe estar en brindar apoyo a las familias afectadas:
“El centenario, los partidos, las sanciones, ya las veremos con quien corresponda. Lo más duro es la pérdida de estos dos hinchas y lo primero es ponernos a disposición de las familias”.
Críticas a los responsables de los desmanes
Con un tono más enérgico, Mosa fue enfático en condenar a quienes protagonizaron los actos violentos tanto fuera como dentro del estadio:
“Estos bandidos, no se puede decir otra cosa, invadieron la cancha; es una cosa terrible, perjudica mucho a la institución. Estos mal llamados hinchas no vienen a ver un partido de fútbol”.
Las declaraciones del dirigente se suman a una serie de cuestionamientos en torno al manejo de seguridad del evento, en un contexto donde los incidentes en recintos deportivos siguen siendo un problema sin solución clara.