El cantante de cumbia argentino decidió poner fin a su paternidad luego de la insistencia de su numerosa familia.
El reconocido intérprete de cumbia, Antonio Ríos, conocido como «El Maestro», sorprendió al público al revelar que, a sus 70 años, se sometió a una vasectomía tras ser increpado por sus 22 hijos en el grupo familiar de WhatsApp. Según relató, la decisión surgió luego de que sus descendientes le pidieran que dejara de tener más hijos.
La vida amorosa de «El Maestro»
Antonio Ríos, quien ha tenido una larga y exitosa carrera en la música tropical, también ha llevado una vida amorosa que ha llamado la atención. El artista argentino confesó que llegó a tener cuatro matrimonios simultáneamente y que es padre de 10 hombres y 12 mujeres. La familia numerosa fue motivo de múltiples conversaciones en su grupo de WhatsApp, donde los hijos decidieron que era momento de intervenir.
El motivo de la vasectomía, una intervención que corta los conductos deferentes para evitar que los espermatozoides salgan de los testículos, fue a pedido de sus hijos. “Un día, cuando puse en el grupo de WhatsApp que había aparecido otro hijo para que lo reconociera, mis hijos me dijeron: ‘¡Basta papá! ¡Hacéte una vasectomía, por favor!’”, relató el artista.
Un nuevo miembro en la familia
Aunque Antonio Ríos ya contaba con 21 hijos al momento de la operación, la historia dio un giro inesperado. Poco tiempo después, apareció una nueva hija de 33 años, a quien también reconoció como su descendiente. “Con ella sumé 22 hijos y a todos los amo profundamente”, aseguró con emoción en una entrevista con Radio Rivadavia de Argentina.
Fin de una era familiar
Con esta intervención, Ríos puso fin a su paternidad, un hecho que marcó un cierre en su vida personal. A pesar de la larga lista de hijos que ha tenido, el cantante destaca el amor que siente por cada uno de ellos y la cercanía que mantienen como familia, a pesar de las dificultades que pueden surgir en una familia tan numerosa.
La decisión de someterse a una vasectomía no solo fue el cumplimiento de un pedido de sus hijos, sino también una forma de poner fin a las sorpresas familiares que se habían convertido en parte de su vida.