En un intento por frenar el comercio ambulante en Estación Central, la municipalidad implementó hace unas semanas una controvertida medida: la instalación de piedras en sectores frecuentados por los vendedores informales, como la zona de Toro Mazote, popularmente conocida como la «Pequeña Caracas». Sin embargo, recientemente se ha informado que estas piedras antiambulantes fueron retiradas para luego ser reinstaladas, lo que ha suscitado dudas sobre la efectividad de la medida.
La postura del gobernador Claudio Orrego
El gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, comentó sobre esta estrategia en el matinal «Mucho Gusto«, donde defendió la fiscalización como una herramienta clave para combatir el comercio informal. Aunque reconoció que las piedras son parte de una iniciativa para evitar que los comerciantes se instalen en ciertos puntos, Orrego subrayó que la medida está en una fase inicial y se necesita tiempo para evaluar su efectividad.
Según explicó el gobernador, algunos de los piedras instaladas no cumplían con los requisitos establecidos, como el tamaño adecuado e irregularidad, lo que generó que fueran retiradas temporalmente para realizar ajustes y optimizar la iniciativa. «Se está trabajando con la empresa para mejorar la implementación», afirmó Orrego, resaltando que la medida es parte de un esfuerzo por buscar soluciones innovadoras en la lucha contra el comercio ambulante.
«Hay que poner orden»
Orrego también hizo énfasis en la necesidad de seguir experimentando con nuevas estrategias y fortalecer la fiscalización en áreas como el barrio Meiggs y otros puntos críticos de Santiago, donde el comercio ilegal sigue siendo un desafío. En sus declaraciones, remarcó que «las veredas son para que las personas transiten, y las calles son para los vehículos», añadiendo que en algunas zonas, la ocupación indebida del espacio público por parte de vendedores ambulantes ha generado un desorden que debe ser controlado.
«En Chile hay que poner orden«, concluyó Orrego, resaltando la importancia de ayudar a quienes necesitan trabajar, pero también de combatir las mafias que controlan el espacio público.