Un avance significativo para la astronomía ha sido alcanzado por un equipo de científicos internacionales, entre los que se encuentra el astrónomo Franz Bauer desde Chile. Utilizando el Telescopio Espacial James Webb (JWST), los investigadores lograron fotografiar 44 estrellas en una galaxia ubicada a más de 6.500 millones de años luz de la Tierra. Este hallazgo ha sido calificado como una de las mayores hazañas astronómicas del momento, ya que se alcanzó en una época en la que el universo solo tenía la mitad de su edad actual.
Un desafío científico: observar estrellas distantes
El desafío de observar estrellas individuales en galaxias tan distantes se compara con intentar ver granos de polvo en los cráteres de la Luna utilizando binoculares. Sin embargo, la colaboración internacional detrás de este descubrimiento logró lo que parecía imposible. Gracias al uso del efecto de lente gravitacional, predicho por Albert Einstein en su Teoría de la Relatividad General, los astrónomos pudieron observar con detalle la galaxia Arco del Dragón.
El poder de la lente gravitacional
La galaxia Arco del Dragón, que se encuentra detrás de un cúmulo de galaxias llamado Abell 370, sirvió como objeto de estudio en esta investigación. El cúmulo generó un efecto de amplificación natural, funcionando como una especie de «zoom cósmico» que permitió que las estrellas en una galaxia tan distante fueran más visibles. Aunque la amplificación gravitacional por sí sola no era suficiente para magnificar las estrellas, la interacción con microlentes adicionales dentro del cúmulo permitió que las estrellas fueran captadas por el JWST.
Un descubrimiento de 44 estrellas en una galaxia distante
Este avance ha permitido observar 44 estrellas, muchas de ellas supergigantes rojas, similares a la famosa Betelgeuse en la constelación de Orión. Esta observación marca una diferencia importante con los descubrimientos previos, que generalmente identificaban supergigantes azules en esta región. Estas nuevas observaciones proporcionan una visión más amplia de cómo las poblaciones estelares se forman y evolucionan en galaxias distantes.
Impacto de la investigación para la comprensión de la materia oscura
La investigación no solo aporta nuevas perspectivas sobre las galaxias distantes, sino que también ofrece una oportunidad para estudiar la materia oscura. El estudio de las estrellas individuales en galaxias tan lejanas puede ayudar a comprender la estructura de las lentes gravitacionales y cómo interactúan con la materia oscura, una de las fuerzas más elusivas en el universo.
Lecciones sobre la formación de galaxias
El estudio de la galaxia Arco del Dragón proporciona información valiosa sobre cómo las galaxias se formaron durante los primeros años del universo. Aunque estas estrellas no son muy diferentes de las actuales, su estudio puede ayudarnos a entender cómo las galaxias, como la Vía Láctea, comenzaron a formarse hace más de 6.5 mil millones de años.
Franz Bauer destacó que el entorno de las galaxias en esa época tenía un suministro de gas mucho mayor, lo que permitió una mayor formación estelar. Al estudiar estos primeros ejemplos de formación de estrellas, los científicos pueden obtener una visión más clara de cómo se ensamblaron las galaxias que vemos hoy en el universo cercano.
Este descubrimiento de estrellas lejanas abre nuevas puertas al estudio de la evolución de las galaxias y puede ofrecernos claves sobre la historia de la Vía Láctea.