El otoño en Aysén Patagonia es un verdadero regalo para los sentidos. Entre marzo y mayo, los paisajes de la región se tiñen de vibrantes tonos rojizos, naranjas y dorados, transformando los bosques nativos y montañas en una experiencia visual inolvidable.
Viajar a esta zona durante la temporada otoñal ofrece tranquilidad, naturaleza en su máximo esplendor y una conexión íntima con su cultura. Con menor afluencia de visitantes que en verano, es posible disfrutar de los senderos, lagos y glaciares de manera más relajada, en un entorno donde la frescura del aire otoñal invita a explorar cada rincón.
Coyhaique y Puerto Aysén: Corazón de Aysén Patagonia
La experiencia puede comenzar recorriendo Coyhaique, la capital regional, y Puerto Aysén, a solo 67 kilómetros de distancia. La ruta que conecta ambas localidades ofrece vistas impresionantes entre la cordillera de los Andes y los fiordos del Pacífico.
En Coyhaique, es imperdible visitar la Reserva Nacional Coyhaique, donde senderos inmersos en bosques de lenga y coigüe brillan con los colores otoñales. Destacan actividades como el circuito de la Laguna Verde, con su sendero inclusivo y pasarela flotante, además del avistamiento de especies como el Carpintero Negro y el loro Cachaña, frecuentes en esta época del año.
Puerto Aysén, por su parte, deslumbra con el Puente Colgante Presidente Ibáñez, desde donde es posible contemplar el río Aysén rodeado de bosques dorados.
La Carretera Austral y sus maravillas
Desde Coyhaique, un recorrido por la Carretera Austral conduce al Parque Nacional Cerro Castillo, donde los paisajes cambian a medida que los bosques se visten de tonos dorados y cobre. En la Villa Cerro Castillo, se pueden explorar el Museo Escuela y el Sendero del Alero de las Manos, que ofrecen experiencias inolvidables para fotógrafos y aventureros.
Más al sur, el Lago General Carrera, el segundo más grande de Sudamérica, deslumbra con sus aguas turquesas. En el sector oeste, las famosas Capillas y Cavernas de Mármol son accesibles desde localidades como Puerto Río Tranquilo y Bahía Murta. También destacan glaciares como Ventisquero Leones y Laguna San Rafael.
Hacia el norte del lago, Puerto Ingeniero Ibáñez es un punto clave, mientras que al sur, Chile Chico se caracteriza por su microclima y atractivos como la Reserva Nacional Jeinimeni y la Cascada Los Maquis.
La Patagonia sur: Naturaleza en estado puro
En la Patagonia sur de Aysén, tres localidades se convierten en bases para explorar los paisajes más salvajes de la región:
- Cochrane: Cercana a la Reserva Nacional Lago Cochrane, el Parque Patagonia y el Glaciar Calluqueo en el Monte San Lorenzo.
- Caleta Tortel: Famosa por sus pasarelas de ciprés y acceso a lugares como la Isla de los Muertos y los glaciares Steffen y Jorge Montt.
- Villa O’Higgins: Punto final de la Carretera Austral, con senderos que recorren los lagos Cisnes y Ciervo, y el majestuoso Glaciar O’Higgins, ubicado en el lago más profundo de América.
Un destino imperdible
Aysén Patagonia es mucho más que un lugar: es una experiencia de vida. Sus paisajes y cultura ofrecen una oportunidad única para desconectarse del mundo y reconectarse con la naturaleza.
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