Este beneficio mensual, que llega a casi $33 mil, busca apoyar silenciosamente a quienes cuidan a personas en situación de dependencia severa.
En Chile, quienes asumen el desafiante rol de cuidar a personas con discapacidad severa pueden acceder a un aporte económico entregado por el Estado, a través del Programa de Pago a Cuidadores, una política pública enfocada en valorar el cuidado no remunerado y garantizar apoyo concreto a los hogares más vulnerables.
¿A quién está dirigido este beneficio y cómo se entrega?
Este apoyo está diseñado para cuidadores informales, es decir, personas que brindan asistencia diaria a un familiar o persona dependiente sin recibir un sueldo a cambio. El beneficio es entregado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, y su pago mensual lo ejecuta el Instituto de Previsión Social (IPS), directamente en la cuenta bancaria del cuidador o cuidadora.
No es necesario postular para obtenerlo, ya que la gestión es realizada por equipos médicos de los centros de atención primaria del sistema público, como CESFAM o CECOF.
Requisitos para acceder al pago como persona cuidadora
El beneficio está asociado directamente a la situación de dependencia del paciente y no al cuidador en sí. Para que el pago se active, deben cumplirse simultáneamente tres condiciones clave:
- La persona cuidada debe estar inscrita en el Programa de Atención Domiciliaria a Personas con Dependencia Severa del Ministerio de Salud, a través del centro de salud correspondiente a su domicilio.
- Debe contar con un cuidador o cuidadora informal, es decir, alguien que lo asista sin percibir un sueldo por ello.
- No debe encontrarse institucionalizada, ya sea en un ELEAM (Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores) u otro centro similar.
Estos requisitos buscan garantizar que el beneficio llegue efectivamente a los hogares que realizan el cuidado en el entorno familiar o comunitario, sin apoyo institucional permanente.
¿Cuál es el monto del beneficio y cómo se actualiza?
El aporte mensual entregado por el Estado en este programa asciende actualmente a $32.991, cifra que se reajusta cada año conforme al Índice de Precios al Consumidor (IPC), asegurando así que no pierda valor frente a la inflación.
El dinero se comienza a entregar desde el mes en que se otorga el beneficio y se mantiene mientras se cumplan todos los requisitos mencionados.
Además, es compatible con otros beneficios sociales del Estado, por lo que no excluye la posibilidad de recibir bonos como la PGU, Subsidio Único Familiar u otras ayudas focalizadas.