En un espeluznante caso ocurrido en La Serena, región de Coquimbo, cinco personas de nacionalidad venezolana fueron detenidas por su presunta participación en el secuestro y tortura de tres compatriotas que habrían intentado abandonar una banda de narcotráfico. El suceso, que salió a la luz gracias a la huida de dos de las víctimas, ha generado fuerte conmoción en la comunidad.
Una decisión que desató la violencia

El incidente se registró el pasado sábado en el sector de la toma La Varilla, luego de que una mujer y dos hombres se presentaran ante los miembros de una organización delictiva para, supuestamente, cobrar una deuda. Sin embargo, según la información publicada por El Día, la verdadera razón de su visita habría sido comunicar su intención de desligarse del negocio del narcotráfico, decisión que provocó una reacción violenta por parte del resto de la banda, especialmente porque los tres mantenían deudas pendientes con el grupo.
Secuestro, amenazas y una motosierra como herramienta de terror
Luis Villar, jefe de la Brigada de Robos de la Policía de Investigaciones (PDI), relató que las víctimas fueron retenidas contra su voluntad y trasladadas a un domicilio, donde permanecieron privadas de libertad durante aproximadamente una hora. Fue allí donde comenzaron las torturas físicas y psicológicas, incluyendo amenazas con una motosierra, herramienta con la que los agresores insinuaban que serían mutilados si no pagaban una deuda de 40 millones de pesos.
La mujer logró escapar primero y alertar a Carabineros. Posteriormente, uno de los hombres también logró huir, pese a ser perseguido a tiros por sus captores. Este segundo escape permitió ampliar la denuncia y entregar detalles claves a las autoridades.
Operativo policial y captura de los implicados
En medio del operativo, Carabineros interceptó a dos de los imputados cuando salían a buscar a los secuestrados fugados. Además, se logró recuperar el vehículo de las víctimas, que había sido robado por los delincuentes.
Poco después, fueron detenidos otros tres involucrados que mantenían retenido al último de los secuestrados. Durante la intervención, también se incautaron diversas armas de fuego, incluyendo pistolas, revólveres y un fusil, además de dinero en efectivo.
Según detalló la PDI, los cinco detenidos formarían parte de una banda criminal dedicada al secuestro y todos ellos —al igual que las víctimas— se encuentran en situación migratoria irregular en Chile. Este martes enfrentarán cargos por secuestro, receptación de vehículos motorizados y violaciones a la Ley de Control de Armas.