El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha propuesto recibir en su país a delincuentes deportados desde Estados Unidos, incluidos miembros de pandillas y ciudadanos estadounidenses condenados por delitos graves.
El anuncio fue hecho por el secretario de Estado Marco Rubio, quien detalló que El Salvador aceptará la deportación de cualquier extranjero ilegal en EE.UU. que sea un criminal, incluyendo integrantes de la MS-13 y el Tren de Aragua.
Además, Bukele ofreció recluir en sus cárceles a criminales estadounidenses detenidos en EE.UU., lo que no tiene precedentes en países democráticos y probablemente enfrentaría impugnaciones judiciales en los tribunales estadounidenses.
Reacciones y contexto político
Rubio elogió la propuesta y expresó su agradecimiento hacia Bukele, destacando que «ningún país ha hecho nunca una oferta de amistad como esta».
La medida ha sido bien recibida entre los simpatizantes del presidente Donald Trump, cuya administración ha intensificado las deportaciones masivas desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero.
Trump también ha anunciado planes para detener a 30.000 inmigrantes en la base militar de Guantánamo, así como medidas para eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento.
El ofrecimiento de Bukele refuerza su imagen de mano dura contra el crimen y podría fortalecer los lazos con la administración estadounidense en materia de seguridad y migración.