El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una caída de 0,1% en el mes de junio, según el informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esto ha llevado a que la inflación alcance un 2,4% en lo que va del año y un 4,2% en los últimos doce meses. Aunque los mercados no esperaban grandes cambios para este mes, el resultado ha generado sorpresa y preocupación en algunos sectores.
Descenso en las divisiones de la canasta del IPC
De las trece divisiones que conforman la canasta del IPC, seis de ellas presentaron una variación negativa en sus precios. Destaca el descenso en la división de vestuario y calzado, con una caída del 6,1%, lo que ha generado una disminución de 0,167 puntos porcentuales en el índice. Además, la división de equipamiento y mantención del hogar tuvo una baja del 2,2%, con una incidencia de -0,134 pp.
Incidencia negativa en el índice
Las divisiones que contribuyeron en conjunto con una incidencia negativa de -0,250pp también influyeron en la variación mensual del índice. Estos resultados reflejan una situación preocupante en el ámbito de los precios al consumidor.
Aumento en alimentos y bebidas no alcohólicas
Por otro lado, la división de alimentos y bebidas no alcohólicas mostró un aumento del 1,3%, con una incidencia de 0,287pp en el IPC. Esto indica que algunos productos de primera necesidad han experimentado un incremento en sus precios, lo cual afecta directamente a los consumidores.
Impacto en los precios de transporte y servicios básicos
En cuanto a productos específicos, se observa una disminución en el precio de la gasolina (-2,2%), el transporte aéreo internacional (-0,7%), el gas licuado (-2,4%) y los limones (-20,8%). Por otro lado, se registra un aumento en el precio de la electricidad (7,2%) y los tomates (21,8%). Estos cambios afectan directamente el presupuesto de las familias, especialmente en los gastos relacionados con transporte y servicios básicos.