A solo días de su cierre definitivo, programado para el próximo 10 de julio, las tiendas Corona se han convertido en el epicentro de un inusual revuelo. Tras meses de incertidumbre y disputas familiares sobre el futuro de la compañía, la inminente quiebra de la reconocida multitienda ha desatado una serie de eventos que tienen a los consumidores en vilo. La promesa de ofertas «irresistibles» para liquidar el inventario ha atraído a multitudes, pero lo que muchos encontraron fue una mezcla de largas filas y, sobre todo, una palpable frustración.
Inicialmente, la expectativa giraba en torno a una promoción que prometía una gran cantidad de productos a un precio de $5 mil. Sin embargo, esta atractiva oferta fue rápidamente modificada por una promoción de 3×2, generando un descontento generalizado entre quienes acudieron masivamente a las sucursales, desafiando incluso las bajas temperaturas. La decepción fue evidente, ya que la modificación en las condiciones de venta no fue bien recibida por aquellos que esperaban aprovechar los precios rebajados.
Filas Kilométricas y Promesas Cambiantes
La afluencia de público a las tiendas físicas de Corona ha sido notable, con centenares de personas congregándose desde tempranas horas. La imagen de largas filas se ha vuelto común en estos últimos días, evidenciando el interés de los consumidores por las supuestas gangas. No obstante, este entusiasmo se ha visto empañado por la molestia de los clientes ante el cambio en las condiciones de las ofertas.
Una clienta, que llegó a una sucursal en el centro de Santiago a las 7:40 de la mañana, expresó su desilusión: «La promoción de los $5.000 era solo por el viernes, ahora solo es 3×2». Este testimonio refleja el sentir de muchos asistentes que, a pesar del frío, buscaron ser los primeros en seleccionar productos, solo para encontrarse con una realidad diferente a la prometida. La transición de una oferta de precios fijos y atractivos a una modalidad de 3×2, aunque sigue siendo una promoción, no logró mitigar la frustración por la expectativa inicial.
Un Quiebre Inesperado en el Proceso de Reorganización
El inminente cierre de Corona representa un giro inesperado en el proceso de reorganización judicial que la compañía enfrentaba. Apenas el pasado 5 de junio, los acreedores habían dado su aprobación a la propuesta de reorganización presentada por la empresa, un paso que parecía encaminar a la multitienda hacia una posible recuperación. En aquella instancia, Corona había logrado un respaldo unánime del 100% de sus acreedores bancarios, incluyendo a entidades como Banco Internacional y Banco BCI, y un significativo 94% de los valistas.
Para la implementación de las ventas proyectadas, la propuesta de la empresa contemplaba la necesidad de un financiamiento de hasta $22.000 millones. Para respaldar esta solicitud, se ofrecieron diversos inmuebles como garantía, y se estableció que los préstamos serían evaluados por los mismos acreedores bancarios durante el mes de junio. Además, la propuesta incluía una condición crucial: la obtención de «aprobaciones o compromisos» por parte de los posibles financistas, a más tardar el 20 de junio de 2025. Este elemento era considerado esencial para la concreción del acuerdo y el cumplimiento del plan de negocios de la compañía, que ya había sido validado por la veedora. Sin embargo, el incumplimiento de este acuerdo habría derivado en el anuncio del cierre definitivo de la multitienda, poniendo fin a 70 años de historia en el retail nacional.