El gobierno de China anunció este viernes que está evaluando una propuesta de negociación de Estados Unidos para poner fin a la prolongada guerra comercial entre ambas potencias. Sin embargo, Pekín condicionó cualquier avance al retiro previo de los aranceles unilaterales, los cuales han provocado tensiones en el comercio internacional desde 2018.
Las declaraciones fueron emitidas por el Ministerio de Comercio de China, que confirmó que Estados Unidos ha dado señales de querer dialogar, pero exigió gestos concretos que demuestren voluntad real de alcanzar un entendimiento.
China responde a señales de diálogo: evalúa contacto, pero exige condiciones
Según el comunicado oficial del Ministerio, Estados Unidos ha transmitido su interés en retomar el diálogo comercial, aunque hasta el momento no ha ofrecido medidas que demuestren sinceridad, según la evaluación del gobierno chino.
“Estados Unidos ha tomado recientemente la iniciativa en muchas ocasiones de transmitir información a China a través de las partes pertinentes, diciendo que esperaba hablar con China”, señaló el comunicado.
“China está actualmente evaluando esto”.
La condición clave: retiro de aranceles
Para que las conversaciones avancen, Pekín exige la eliminación de los aranceles unilaterales impuestos por Washington, señalando que no hay espacio para negociaciones si no se corrigen primero “las prácticas equivocadas” de la parte estadounidense.
“Si Estados Unidos quiere hablar, debe mostrar su sinceridad, estar dispuesto a corregir sus prácticas equivocadas y cancelar los aranceles unilaterales”, sostuvo el Ministerio de Comercio.
El gobierno chino también advirtió que mantener los aranceles mientras se plantea un diálogo solo generará más desconfianza entre ambas partes:
“En cualquier diálogo o conversaciones posibles, si la parte estadounidense no corrige sus equivocadas medidas arancelarias unilaterales, simplemente quiere decir que no es sincera y dañará aún más la confianza mutua”.
China: “La guerra comercial fue iniciada por Estados Unidos”
Pekín volvió a insistir en que fue Estados Unidos quien inició la guerra arancelaria, y que China ha mantenido una posición coherente y defensiva durante todo el proceso.
“La posición de China ha sido siempre perfectamente consistente. Si hay lucha, lucharemos hasta el final. Si es diálogo, la puerta está abierta de par en par”, subrayó el Ministerio.
El comunicado rechazó cualquier tipo de presión o chantaje diplomático por parte de Washington, y aseguró que intentos de coerción disfrazados de negociaciones no serán aceptados.
Antecedentes del conflicto: aranceles cruzados de hasta 145%
Durante el gobierno del expresidente Donald Trump, Estados Unidos implementó una ofensiva arancelaria sin precedentes, que impuso gravamens de hasta 145% sobre importaciones chinas. Esto incluyó sectores como el acero, maquinaria, productos tecnológicos y componentes industriales.
China respondió con aranceles del 125% sobre productos estadounidenses, entre ellos alimentos, automóviles y productos agrícolas, y advirtió que estaba preparada para sostener la disputa «hasta el final» si no se retiraban las medidas coercitivas.
A lo largo del conflicto, Trump eximió temporalmente de aranceles a productos como teléfonos móviles, semiconductores y computadoras, alegando que China había dado señales de disposición al diálogo, aunque las negociaciones han permanecido estancadas.