Una noche de fiesta terminó en un fraude bancario para un cliente, quien deberá restituir $1.264.000 al banco tras colocar en riesgo su tarjeta y clave.
El caso
Tras una noche de desenfreno, el demandado perdió la conciencia y fue víctima de un fraude al dejar expuestas sus tarjetas bancarias y cédula de identidad a desconocidos.
La Corte determinó que el demandado incurrió en culpa grave al exponerse a situaciones riesgosas que facilitaron accesos fraudulentos a su cuenta, contradiciendo la ley N° 20.009 vigente.
- Dejó sus tarjetas y cédula expuestas a desconocidos.
- No se percató de los movimientos fraudulentos hasta días después.
La Corte concluyó que el cliente no custodió con recelo sus productos bancarios y actuó con negligencia al exponerse voluntariamente a una situación riesgosa, por lo que deberá restituir los fondos al banco.
El demandado deberá devolver $1.264.000, más reajustes, intereses y costas, luego de que la Corte de Santiago acogiera la demanda y revocara el fallo anterior.