Aceptar la situación
La primera clave para gestionar la frustración tras obtener un resultado no esperado en la PAES es aceptar la situación. Los psicólogos coinciden en que las familias deben ofrecer un ambiente de apoyo donde los jóvenes puedan expresar sus emociones sin juicios. Según el Dr. Manuel Ortiz, psicólogo de la Universidad de La Frontera, la validación de los sentimientos y permitir que los jóvenes verbalicen su frustración es esencial para regular las emociones. Este proceso ayuda a asimilar el resultado y encontrar una manera de mejorar en el futuro. La PAES puede repetirse, por lo que los estudiantes tienen una nueva oportunidad de preparación.
Replantear el camino
La frustración puede abrir puertas a nuevas oportunidades. Replantear el camino y reconocer que un solo intento no define el futuro es clave para seguir adelante. El Dr. Ortiz sugiere que, tras tomarse el tiempo necesario para procesar las emociones, se debe identificar un plan de acción que se centre en mejorar las áreas deficientes para el siguiente intento. Además, la reflexión sobre la estrategia de estudio es fundamental para cambiar los resultados en futuras pruebas.
Trabajar el autoconocimiento
Los psicólogos enfatizan que conocer nuestras fortalezas y áreas de mejora puede transformar el enfoque hacia la PAES. Javier Piñeiro, director de la Escuela de Psicología de UNIACC, propone un ejercicio de indagación apreciativa, donde los estudiantes reconocen tanto sus recursos personales como lo que perciben los demás de ellos. Además, el Dr. Ortiz sugiere realizar ensayos o diagnósticos que permitan tener una visión más clara de los puntos débiles y establecer estrategias específicas de estudio para mejorar.
Establecer metas claras y alcanzables
El uso de metodologías de planificación como el método SMART puede ayudar a los estudiantes a avanzar con objetivos claros. Definir metas específicas, como mejorar en geometría, y establecer un plazo temporal para su cumplimiento, facilita un avance tangible. Piñeiro recomienda estructurar un plan que incorpore horarios de estudio y la realización de ensayos regulares. Tener un plan visual, como un vision board, también puede reforzar la constancia en los esfuerzos.
Buscar apoyo profesional si es necesario
Si la frustración persiste o resulta abrumadora, acudir a un psicólogo especializado es una herramienta fundamental para trabajar las emociones y estructurar un plan de acción realista. Piñeiro destaca que, en lugar de esperar a que la crisis se agrave, lo ideal es buscar apoyo preventivo para identificar áreas de mejora antes de enfrentar un nuevo reto. El Dr. Ortiz también resalta la importancia de identificar signos de agotamiento emocional, como la pérdida de motivación o dificultades para concentrarse, que pueden indicar la necesidad de asistencia profesional.
El apoyo familiar es clave
El apoyo de la familia juega un papel fundamental. Escuchar activamente y evitar juicios cuando los estudiantes expresan su frustración es vital. Ortiz recomienda que los padres ayuden a estructurar un plan de acción realista, incluyendo tiempos para el descanso y actividades recreativas. Además, las familias deben manejar sus propias emociones, evitando transmitir ansiedad o frustración al estudiante. El refuerzo positivo y la reconocimiento de los logros ayudan a mantener un ambiente constructivo y motivador.
Conclusión
Manejar la frustración tras los resultados de la PAES es un proceso que requiere tiempo, reflexión y apoyo. A través de la aceptación, el replanteamiento del camino, y el trabajo sobre el autoconocimiento y las metas, los estudiantes pueden convertir un resultado no esperado en una oportunidad para mejorar y alcanzar el éxito en futuras oportunidades.