La comuna de Graneros en la región de O’Higgins se conmocionó este miércoles, tras el asesinato del matrimonio conformado por Rodrigo González Aguirre, de 61 años, y María Carolina Calleja Lucero, de 53, quienes fueron asesinados a tiros por un grupo de delincuentes.
Una trágica pérdida para la comunidad de Graneros
La comuna de Graneros, en la región de O’Higgins, se encuentra en estado de shock tras el trágico asesinato de una pareja en su propia casa. Rodrigo González Aguirre, reconocido dirigente del rodeo en la zona, y su esposa, María Carolina Calleja Lucero, encargada del área de familia en el Colegio La Cruz de Rancagua, fueron víctimas de un grupo de delincuentes que les arrebataron la vida a tiros.
“Estamos muy dolidos, muy conmocionados por la noticia. Carola era parte de nuestra familia, hacía el acompañamiento con nuestros hijos, una labor tan fundamental”, indicó una apoderada del colegio.
Apoderada del Colegio La Cruz de Rancagua
La comunidad de Graneros se encuentra devastada por este trágico suceso. La pareja era ampliamente conocida y querida en la comuna, y su repentina pérdida ha dejado un gran vacío.
Una vida dedicada al rodeo y la educación
Rodrigo González Aguirre, de 61 años, era una figura destacada en el mundo del rodeo en Graneros. Además de ser un reconocido dirigente y administrador ad honorem de la Medialuna de Rancagua, también había ocupado cargos importantes en la Asociación de Criadores de O’Higgins.
Por su parte, María Carolina Calleja Lucero, de 53 años, se dedicaba a la educación y tenía un rol fundamental en el Colegio La Cruz de Rancagua, donde era encargada del área de familia. Su labor era apreciada y valorada por la comunidad escolar.
Un legado y un impacto duradero
La pérdida de esta pareja ha dejado una profunda huella en la comunidad de Graneros. Ambos eran ejemplo de dedicación y compromiso en sus respectivas áreas de trabajo y dejaron un legado imborrable.
Además de su destacada trayectoria en el rodeo y la educación, Rodrigo González Aguirre y María Carolina Calleja Lucero eran amados esposos y padres de dos hijos. Aunque los hijos vivían en Santiago por sus estudios, hacían todo lo posible por visitar a sus padres cada fin de semana.
“La noticia nos ha impactado profundamente. Era una pareja ejemplar, tanto en su vida profesional como personal. Ellos serán recordados siempre por su compromiso y amor hacia su comunidad y su familia”, expresó un allegado a la familia.
Cercano a la familia
La comunidad de Graneros se une en el duelo por esta lamentable pérdida y muestra su solidaridad hacia los familiares y amigos de la pareja asesinada.