Chile atraviesa uno de sus años más críticos en materia de escasez de agua, según advirtió este miércoles la organización ambientalista Greenpeace. Pese a que en 2024 se registraron lluvias excepcionales, en lo que va de 2025 las precipitaciones en la Región Metropolitana acumulan un 57,5% menos de lo normal.
El meteorólogo Alejandro Sepúlveda explicó que la lluvia se concentra en episodios intensos y espaciados, lo que impide la infiltración en el suelo y la recarga de napas subterráneas. “El gran riesgo es que tengamos la impresión de abundancia y olvidemos que seguimos en crisis”, señaló.
Informe internacional y riesgos a futuro
La advertencia se dio en el marco de la Semana Mundial del Agua, donde Greenpeace recordó un reporte del Instituto de Recursos Mundiales (WRI) que ubicó a Chile en el puesto 16 de los países con mayor estrés hídrico. El documento advierte que el país podría enfrentar una falta de agua potable hacia 2050.
Retroceso de glaciares y biodiversidad
La experta en clima y ecosistemas Silvana Espinosa advirtió que los glaciares de la zona central han perdido más de un 50% de su extensión en las últimas décadas. A ello se suman la disminución de lluvias y la degradación de la cobertura vegetal.
“La crisis hídrica no solo compromete el acceso al agua potable, sino que también impacta en la salud de la biodiversidad”, dijo Espinosa.
Estado de los embalses
De acuerdo con cifras del Ministerio de Obras Públicas citadas por la ONG, los embalses almacenan 4.900 millones de m³, lo que representa un 18% menos que en agosto de 2024.
La Región de Coquimbo es la más golpeada, con la mayoría de sus embalses estratégicos por debajo del 20% de capacidad.
Cambio climático y modelo de gestión
La organización subrayó que la crisis se relaciona con el cambio climático, pero también con el régimen de propiedad privada del agua vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet. Actualmente, un 80% de los recursos hídricos está en manos de empresas agrícolas, mineras y energéticas.
Espinosa sostuvo que “no bastan decretos temporales de escasez: se requiere una transformación profunda y una gobernanza que reconozca el agua como derecho humano y bien común”.