Una organización criminal transnacional fue desarticulada tras un operativo conjunto de la PDI y la Fiscalía Metropolitana Sur, que permitió la detención de nueve personas implicadas en el traslado de más de 433 kilos de marihuana, droga avaluada en cerca de $990 millones, desde el norte del país hasta la capital.
Lo llamativo del caso es la estrategia que emplearon para eludir controles: los miembros de la banda viajaban con sus familias, incluyendo niños y bebés, simulando vacaciones familiares para no levantar sospechas en la carretera.
Vínculos internacionales y modus operandi
Los detenidos, ocho ciudadanos venezolanos y un colombiano, todos en situación migratoria irregular, formaban parte de una estructura que introducía droga por pasos no habilitados en la frontera norte. Posteriormente, trasladaban los cargamentos por tierra hacia Pedro Aguirre Cerda, comuna donde almacenaban la droga antes de su distribución.
Según explicó la Fiscalía Metropolitana Sur, la organización empleaba la táctica conocida como “punta de lanza”, una modalidad que utiliza vehículos escolta para anticipar o advertir sobre la presencia de controles policiales.
“Viajaban en este caso tres vehículos bajo la modalidad punta de lanza y dos vehículos transportando la droga”, detalló el fiscal Yans Escobar.
Droga camuflada y familias como fachada
Durante la operación, se constató que los sujetos utilizaban a sus propios hijos como parte de una estrategia de camuflaje. Los vehículos de traslado de la droga y los autos escolta transportaban menores de edad, lo que dificultaba una fiscalización convencional y reducía la sospecha en las rutas más vigiladas.
Reacción de las autoridades
El prefecto José Contreras, jefe de la prefectura Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado Centro de la PDI, confirmó que la detención fue posible tras un trabajo de inteligencia que incluyó el cruce de información proveniente de zonas fronterizas cercanas a Antofagasta.
Desde la Subsecretaría de Prevención del Delito, el seremi (i) Jaime Fuentes valoró la operación y subrayó el impacto positivo de impedir que la droga llegara a sectores vulnerables del sur de Santiago.
“Este tipo de golpes reflejan un balance positivo. Se impide que esta droga llegue hacia las comunas del sector sur de la capital, permitiéndonos también evitar que nuestros niños, niñas y adolescentes puedan caer en manos de la droga”, sostuvo.