La Fiscalía Nacional Económica (FNE) ha llevado a cabo una investigación contra dos grandes empresas de la industria del oxígeno por coludirse y aumentar los precios de los cilindros que le vendían a hospitales y clínicas. A través de escuchas telefónicas, allanamientos y la confesión de una de las empresas involucradas, se descubrió el «cartel del oxígeno». Según las investigaciones, los altos ejecutivos de Indura y Linde se reunieron en noviembre de 2019 para coludirse y elevar los precios de sus cilindros de oxígeno, eliminando así a la competencia y dividiendo el mercado.
Subieron los precios del oxígeno en plena pandemia
Durante la pandemia de coronavirus, estas empresas acordaron elevar sus precios a diferentes clientes, incluyendo hospitales y clínicas que utilizan el oxígeno para pacientes críticos. La FNE interceptó conversaciones en las que se dio cuenta de los sobreprecios que pagaron los recintos de salud. Estos aumentos de precios se realizaron sin piedad, como se mencionó en una de las conversaciones interceptadas: «Hay que subir los precios también (…) sin compasión, sin piedad».
Colusión oxígeno
La colusión entre Indura y Linde no sería algo nuevo. Según Arnoldo Vargas, exgerente de Linde, esto viene sucediendo desde hace varios años. Vargas reveló que fue despedido en 2015 por descubrir una reunión entre el gerente de Linde y un competidor en la oficina de este último. Según Vargas, ya tenían todo arreglado y habían dividido el mercado. La FNE allanó las oficinas de los principales involucrados en la colusión y Linde solicitó una postulación al programa de delación compensada, confesando la colusión con Indura y prometiendo entregar toda la información a cambio de quedar libres de responsabilidad penal. La FNE ha pedido una multa de $29.732 millones para Indura y $109 millones para su gerente general, Marcelo Torres. En cuanto a Linde, se solicita que sean eximidos del pago de multas y responsabilidad penal.