La ciencia vuelve a sorprender con un hallazgo que parece sacado de una novela de ciencia ficción: el oro atrapado en el núcleo de la Tierra estaría emergiendo lentamente hacia la superficie. Así lo señala un reciente estudio publicado por investigadores europeos y difundido por el portal especializado ScienceAlert, que confirma la presencia de oro y otros metales preciosos en rocas volcánicas provenientes del interior del planeta.
¿De dónde proviene el oro que llega a la superficie?
El núcleo terrestre es una zona extremadamente rica en metales, y hasta ahora se estimaba que alrededor del 99% del oro del planeta se encontraba atrapado allí desde su formación. Sin embargo, el movimiento de rocas fundidas —magma en convección— estaría trayendo parte de ese material hacia la corteza terrestre.
La investigación fue liderada por el geoquímico Nils Messling, de la Universidad de Gotinga (Alemania), quien explicó que al analizar la composición de ciertas rocas volcánicas encontraron trazas claras de oro y otros elementos metálicos que solo pueden originarse en zonas profundas del manto o incluso cercanas al núcleo.
“Cuando recibimos los primeros resultados, nos dimos cuenta de que habíamos encontrado oro. Nuestros datos confirmaron que material del núcleo, incluyendo oro y otros metales preciosos, se está filtrando al manto terrestre”, afirmó Messling.
Una mina inalcanzable bajo nuestros pies
La idea de que el núcleo del planeta podría contener una cantidad suficiente de oro como para cubrir la Tierra con una capa de 50 centímetros no es nueva, pero este hallazgo otorga por primera vez una vía científica concreta que explicaría cómo ese oro podría estar ascendiendo naturalmente a través de procesos geodinámicos.
Además del oro, el estudio identificó la presencia de rutenio, paladio, rodio y platino, todos metales altamente valiosos y escasos en la corteza terrestre, pero abundantes en las profundidades.
¿Podría extraerse este oro?
Pese al entusiasmo que puede generar la noticia, los científicos son claros: no existe tecnología capaz de perforar el núcleo terrestre ni de extraer directamente estos metales a gran escala. Sin embargo, la actividad volcánica y tectónica podría continuar liberando pequeñas cantidades de estos metales hacia zonas más accesibles en la corteza terrestre.
Esto significa que en ciertos depósitos volcánicos o rocas ultramáficas, podría haber una mayor concentración de oro y metales raros que en el pasado se habrían considerado inusuales.
Un hallazgo que podría cambiar la comprensión de los recursos geológicos
Más allá del impacto económico o industrial, este descubrimiento amplía la comprensión científica sobre la dinámica del interior de la Tierra, y en especial, sobre cómo el núcleo y el manto interactúan a lo largo de millones de años.
Se abre así un nuevo campo de estudio para la geología profunda, con implicancias en la minería, la física planetaria y la exploración de recursos estratégicos en un mundo cada vez más demandante de metales escasos.