El mercado laboral mostró en el trimestre móvil diciembre-febrero síntomas de una mayor presión, según el reporte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esto se reflejó primero en que la tasa de desempleo subió a 8,4%, anotando su cuarta alza consecutiva, en un escenario en el que además la creación de nuevos puestos de trabajo se sigue desacelerando. Este es además su mayor nivel desde septiembre de 2021.
En términos generales, en el trimestre móvil diciembre-febrero los ocupados llegaron a 9.030.160 personas, su mayor número desde febrero de 2020, justo previo a la pandemia del Covid-19. Sin embargo, este número implica un aumento en el empleo de solo 3%, el alza más acotada desde abril de 2021, cuando aún el país estaba en medio de cuarentenas. Mientras, la fuerza de trabajo creció 4% en 12 meses.
Otra señal de agotamiento que está mostrando el mercado laboral es el informe que mensualmente publica la Dirección del Trabajo (DT), donde muestra la evolución de los despidos por necesidad de la empresa, que refleja de mejor manera la situación económica del país.
Esto porque una desvinculación por necesidades de la empresa supone que el cargo que un trabajador ejercía se terminó, es decir, que nadie lo reemplazará en las funciones del empleado despedido, o bien, que la empresa requiere una reestructuración o reorganización.
:format(webp):no_upscale()/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/copesa/TWNNPBRP6FALJPPGW5KL7PMB64.JPG "Despidos por necesidad de la empresa moderaron alza en febrero, pero ya suman más de 71 mil en los dos primeros meses de 2023")
De acuerdo a cifras de la DT, en febrero se desvincularon 28.604 por esta causa. Esto es un 18,1% más que lo registrado en el mismo mes del año pasado, cuando hubo 24.227 desvinculaciones. Así, entre enero y febrero suman 71.603 despidos, esto es un 20,3% más alto que lo registrado en el mismo lapso de 2022, cuando se totalizaron 59.530. Ahora, al comparar la cifra de febrero con enero se evidencia una caída de 33,5%.
Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP) explica que “febrero es un mes atípico en materia de desvinculaciones. Durante ese mes suele reducirse el número de despidos por necesidades de la empresa por razones estacionales, ya que es un mes donde una porción importante de las organizaciones toma vacaciones, por lo que los procesos de ajuste de personal tienden a ser menores en comparación al mes de enero o el de marzo”.
Para Bravo, “si comparamos el dato de febrero de 2023 respecto a febrero de 2022 nos indica que hay un incremento relevante de despidos por necesidades de la empresa respecto al mismo periodo del año anterior”.
Ramón Rodríguez, gerente general de Trabajando.com, acota que los números de febrero son similares a los que hemos visto en los últimos 4-5 años, excepto pandemia”.
¿Hay un mayor deterioro del mercado laboral? Para Bravo sí lo hay, puesto que “el incremento de los despidos por necesidades de la empresa ha ido de la mano con el debilitamiento de la actividad económica”. Esto principalmente por la debilidad que está mostrando la economía.
Por esta razón, prevé que “las cifras de despidos por necesidades de la empresa van a seguir aumentando en los próximos meses porque la actividad económica se encuentra actualmente debilitada”. Sin embargo, asevera que “afortunadamente las expectativas para 2023 han ido mejorando, por lo que, a medida que pasen los meses, debieran ir quedando atrás incrementos de una magnitud tan alta como los que vimos hacia fines de 2022″.
Ramón Rodríguez subraya que “tenemos que ver los números de marzo, que habitualmente tienen un incremento entre 12% y 20% respecto de febrero, ese número nos podrá dar una tendencia anual, sin embargo, pese a estar a fines de abril no contamos con ese número”.
Más allá del análisis, Rodríguez critica la poca información que se puede desprender de este informe: “No ayuda en poder ver por ejemplo que rubros están teniendo más despidos o renuncias, que rubros afectan más a mujeres o a hombres porque la información esta empaquetada y no manejable como exigen los estándares de transparencia”.
