El FBI logró la captura de Tyler Robinson en menos de 33 horas. La colaboración de un cercano y mensajes en redes sociales habrían sido clave para dar con su paradero.
La noticia se confirmó este viernes y vino a cerrar, al menos por ahora, un caso que tenía a todo Estados Unidos atento. El FBI informó que ya tienen bajo arresto al principal sospechoso del asesinato de Charlie Kirk, el conocido activista conservador cercano a Donald Trump. Se trata de Tyler Robinson, un joven de 22 años.
La detención se realizó el jueves por la noche y, según las autoridades, el operativo fue bastante rápido.
Una detención que no se hizo esperar
En una conferencia de prensa, el director del FBI, Kash Patel, contó que lograron dar con el presunto autor del disparo en «menos de 33 horas». Una pega rápida, considerando la conmoción que generó el caso. De hecho, la policía ya hasta difundió las fotos de Robinson una vez que fue ingresado a las dependencias policiales.
Por su parte, el gobernador de Utah, Spencer Cox, aclaró un par de puntos importantes. Primero, que Robinson no era estudiante de la Universidad del Valle de Utah, que fue donde ocurrió el crimen. Al parecer, el joven vivía a unas tres horas de distancia del campus.
La llamada que fue clave
Aquí es donde la historia se pone más interesante. Según relató el gobernador Cox, no fue una investigación tradicional la que los llevó al sospechoso, sino que fue una llamada. Aparentemente, un familiar de Robinson conversó con un amigo de la familia, y fue esta última persona la que decidió contactar a la policía para alertar que el joven habría confesado lo que hizo.
«Hicieron lo correcto y lo pusieron a disposición de las fuerzas del orden», señaló el gobernador, valorando la decisión de la gente cercana al detenido.
El rastro digital y el posible motivo
Las pistas sobre qué pudo haber motivado este ataque también empezaron a salir a la luz. Un familiar del sospechoso comentó a las autoridades que Robinson se había interesado harto en la política durante los últimos años. Contó que, en una conversación durante una cena, el joven había dicho que «Kirk estaba lleno de odio y lo propagaba».
Pero la cosa no queda ahí. Un amigo de Robinson también se acercó a la policía para mostrar unos mensajes que el joven había publicado en la plataforma Discord. En esos chats, hablaba de sus intenciones de conseguir un rifle. Según el gobernador, todos esos mensajes ya están en manos de los investigadores y son parte de la evidencia clave del caso.