Detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) llevaron a cabo este miércoles un operativo en la ya conocida toma de Maipú, ubicada en Camino a Melipilla, en el marco de una investigación para dar con los autores de un secuestro.
En la ocasión, fueron detenidas tres personas extranjeras acusadas de haber raptado en el mes de julio a un joven chileno en Recoleta, y de haberlo trasladado al campamento, en donde se mantuvo cautivo durante tres días.
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Víctima era un estudiante universitario
El subprefecto Hassel Barrientos, jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) Metropolitana Antisecuestros, entregó detalles del procedimiento en un punto de prensa realizado en la toma de Maipú.
La autoridad informó que la víctima corresponde a un estudiante universitario de 18 años, quien, mientras estaba en un local de comida rápida a eso de las 22:00 horas, fue abordado por una banda que se desplazaba en un vehículo.
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Los individuos lo intimidaron y obligaron a que se subiera al automóvil, para luego llevarlo hasta la ocupación ilegal. «Permaneció en cautiverio durante tres días en un domicilio, maniatado, bajo intimidación y custodiado por integrantes de esta banda criminal», señaló Barrientos.
El detective agregó que los detenidos «son de nacionalidad venezolana, mayores de edad y en situación migratoria irregular». Su captura se suma a la de un cuarto aprehendido anteriormente por el delito de infracción a la ley de armas. Además, agregó que existen «nexos con el Tren de Aragua».
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«En horas de la mañana se efectuaron diversas entradas y registros de manera exitosa, lográndose la detención de tres individuos, dos hombres y una mujer, tras establecerse su participación en un secuestro extorsivo en el mes de julio», señaló el fiscal ECOH Francisco Lanas.
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El persecutor indicó que dicha toma, además de ser el lugar de cautiverio de la víctima, era en donde vivían los imputados, quienes tuvieron distintos grados de participación en el delito, como «traer a la persona secuestrada desde Recoleta o cumplir la función de mantener el cautiverio bajo intimidación».
La autoridad agregó que, de acuerdo a la información que se maneja hasta ahora, el estudiante «no era el blanco que querían secuestrar y lo que es materia de investigación es cuál era el blanco dirigido por ellos».
Asimismo, explicó que la familia, posterior a hacer la denuncia, llevó a cabo una negociación paralela con la banda criminal. Los delincuentes le pedían cerca de $200 millones, sin embargo, lograron bajar considerablemente la cifra inicial. Luego de eso, la víctima fue liberada en buen estado de salud.
