Aunque el 1 de enero marca el inicio del nuevo año según el calendario gregoriano, los astrónomos observan otros eventos cósmicos para identificar hitos relevantes en el ciclo de la Tierra alrededor del Sol. Dos de estos eventos son el perihelio y el equinoccio de primavera, los cuales subrayan cómo la astronomía interpreta el comienzo del año.
El perihelio: El punto más cercano al Sol
El perihelio ocurre cuando la Tierra alcanza su máxima proximidad al Sol en su órbita elíptica. Este fenómeno será observable el próximo 4 de enero de 2025, pocos días después del Año Nuevo tradicional. Durante este evento, la distancia entre la Tierra y el Sol será de aproximadamente 147 millones de kilómetros, en contraste con el afelio, cuando la Tierra está más alejada del Sol, a unos 152 millones de kilómetros.
Según Natalia Inostroza, directora del núcleo de Astroquímica y Astrofísica de la Universidad Autónoma, este desfasaje entre el perihelio y la celebración del Año Nuevo «responde a una convención social más que a una alineación astronómica».
El equinoccio y el «Nuevo Año Astronómico»
Otro evento crucial es el equinoccio de primavera (o de otoño en el hemisferio sur), que ocurre alrededor del 20 o 21 de marzo. Este momento marca cuando el día y la noche tienen igual duración y es considerado por muchos como el inicio del «año astronómico», ya que está vinculado con la división de las estaciones y los fenómenos planetarios que afectan al clima.
El equinoccio simboliza el equilibrio entre luz y oscuridad, siendo un punto de referencia para culturas de diversas regiones que celebran su propio «año nuevo» según este acontecimiento.
Factores que influyen en la duración del año
El tiempo que la Tierra tarda en completar su órbita alrededor del Sol no es constante. Factores como la influencia gravitacional de otros planetas provocan variaciones en el perihelio y en la duración del año. Esto genera desafíos para calcular con precisión el tiempo que la Tierra necesita para dar una vuelta completa al Sol, según explica Inostroza.
El Año Nuevo: Una perspectiva cultural y científica
Si bien el inicio del año es una convención social en el calendario gregoriano, otras culturas y contextos astronómicos ofrecen perspectivas alternativas:
- El solsticio de invierno en diciembre, especialmente significativo en el hemisferio norte, es visto como un punto de renacimiento y el comienzo de un nuevo ciclo solar.
- El equinoccio de marzo marca un cambio en las estaciones y simboliza el inicio del nuevo año en muchas tradiciones agrícolas y astronómicas.
Estas diferentes perspectivas reflejan cómo las culturas y la ciencia pueden interpretar los ciclos de la Tierra de maneras complementarias y enriquecedoras.