El 31 de mayo de 2022, hace más de dos años, un joven de 24 años llamado Mauricio Alejandro Rojas desapareció sin dejar rastro en una viña de la comuna de Graneros, en la Región de O’Higgins. Tras una extensa búsqueda policial, recién pasados dos meses (30 de julio de 2022) se encontraron pistas de la desaparición del joven que padecía discapacidad cognitiva y visual. En concreto, su tío encontró el celular de Mauricio en el lecho de un canal de regadío.
El misterio de la desaparición
Al día siguiente, su propio padre encontró el cuerpo de su hijo en el mismo canal donde estaba el teléfono, pero a un kilómetro de distancia. A partir de ahí comenzaron las investigaciones de un misterioso caso.
Confirman participación de terceros
Los restos estaban cerca de la viña donde Mauricio trabaja, en una tubería que pasa por debajo de una calle. La Brigada de Homicidios señaló que el cuerpo a simple vista no presentaba lesiones atribuibles a terceras personas, mientras que el Servicio Médico Legal (SML) indicó que la causa de muerte era “indeterminada en estudio”.
Incongruencia en el caso
Sin embargo, había una incongruencia en el caso: el lugar en el que encontraron el cuerpo ya había sido rastreado antes en tres oportunidades por Bomberos, detectives y militares sin encontrar nada. La PDI determinó que el canal no podría haber arrastrado a Mauricio por su caudal, es decir, un tercero había dejado el cuerpo ahí, descartándose la teoría de un accidente. Asimismo, el teléfono no estaba con humedad, por lo que también había sido dejado por alguien en ese lugar.
Investigación del posible abuso sexual
Investigan eventual abuso sexual
Luego de que Mauricio fue sepultado, el SML estableció que el cuerpo tenía líquido seminal y espermatozoides, por lo que surgió la teoría de que el joven habría sido violado antes de ser asesinado. Una de las hipótesis del caso apunta como sospechosos al tío y al abuelo de Mauricio. Esta versión surge a raíz de que el joven comenzó a trabajar en la Viña La Ronciere, ubicada al frente de su casa. Su tío era inquilino de la viña y vivía dentro del recinto, mientras que su abuelo materno era el jefe del huerto.
El día de la desaparición, el abuelo dejó a Mauricio almorzando solo en la casa del tío, quien llegó al domicilio 22 minutos después, sin embargo, dijo que no encontró a su sobrino ahí. Tras ello, nunca más fue visto con vida. El abuelo, Héctor Ayala, fue denunciado en 2013 por abuso sexual a una menor de 14 años, aunque la causa judicial no prosperó.
Segunda hipótesis: involucramiento de un grupo de taxistas
Los padres descartan la participación de sus familiares y apuntan a la segunda hipótesis del caso. Una teoría que data del 29 de abril de 2022, varios días antes de su desaparición, cuando Mauricio fue a la Fiesta de la Vendimia en la Plaza de Graneros, lugar en el que un grupo de tres hermanos taxistas irregulares lo golpearon y metieron a un auto. Estos sujetos serían los principales sospechosos de la muerte de Mauricio, pues también eran extrabajadores de la viña en el que se le perdió el rastro a Mauricio, por lo que tenían conocimiento del lugar. Además, serían cercanos a otro extrabajador de la viña, quien tuvo un altercado con la víctima 24 horas antes de su desaparición.
Desde la Fiscalía no han descartado ninguna línea investigativa, por lo que el pasado viernes un tribunal autorizó la exhumación del cuerpo de Mauricio para realizar nuevas pericias que despejen las dudas de este caso.
