Fue necesaria la intervención de un operativo para retirar los enseres de “el solitario”, la persona en situación de calle que habita allí. Sin embargo, apenas pasadas 24 horas del operativo, él sigue en su guarida. En una entrevista, “el solitario” comenta sobre su experiencia viviendo en el subsuelo, mencionando que es un lugar cálido y cómodo gracias a un generador eléctrico.
El hallazgo y el operativo municipal
Un grupo de funcionarios de aseo y seguridad municipal de Santiago retiraron los enseres de “el solitario” de su guarida ubicada en el subsuelo. Esta bóveda se encuentra en la esquina de las calles Arturo Prat y Santa Isabel, y solo se puede acceder a ella levantando una pesada reja de metal y bajando dos metros por escalones. El lugar recuerda a escenarios oscuros de películas y series.
La práctica cada vez más común de armar «rucos» subterráneos
El armado de “rucos” bajo tierra es una práctica cada vez más común en distintos puntos del centro de la ciudad de Santiago. Esto fue denunciado por vecinos en medios de comunicación y redes sociales luego de difundirse imágenes del operativo realizado en la guarida de “el solitario”.
El motivo de vivir bajo tierra
Para “el solitario”, su elección de vivir en el subsuelo no responde a un motivo social o a querer escapar de la sociedad. Su razón principal es la comodidad. Afirma que allí es más cálido y cómodo, especialmente en los días fríos. Según él, hay un generador eléctrico que proporciona calor y hace que se sienta a gusto. “Es como un departamento abajo”, señala.
Los peligros de vivir bajo tierra
A pesar de la comodidad que le brinda vivir bajo tierra, “el solitario” enfrenta peligros. El generador eléctrico al que hace referencia emite sonidos intimidantes y de vez en cuando saca chispas. A pesar de esto, él no teme a la corriente y considera que si le toca morir, será en el lugar que ha elegido para vivir.
La experiencia de otra persona en una guarida cercana
Fabiola Rojas, una mujer que vive en situación de calle hace más de cuatro años, habita en una guarida más tradicional ubicada cerca de la de “el solitario”. Aunque él le ha ofrecido refugio bajo tierra, Fabiola prefiere no dormir allí debido a los peligros que implica el generador eléctrico. Según Fabiola, los municipales han sido maltratadores en el pasado, y en el último operativo también le quitaron algunas de sus pertenencias.