El Vaticano informó que el papa Francisco, hospitalizado desde el viernes por una neumonía bilateral, se encuentra en mejoría. Según el último parte médico del Hospital Gemelli de Roma, el sumo pontífice respira sin asistencia mecánica, puede levantarse y sentarse, y su corazón resiste muy bien.
A pesar de estos avances, los médicos han señalado que su cuadro clínico sigue siendo complejo, ya que enfrenta una infección polimicrobiana en el contexto de bronquiectasias y bronquitis asmática, lo que requiere un tratamiento cuidadoso y prolongado.
El Vaticano busca tranquilizar sobre su estado de salud
El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, aseguró que el papa pasó una noche tranquila, se despertó y desayunó con normalidad. Una fuente vaticana agregó que “el papa respira solo y su corazón resiste muy bien”.
Si bien no depende de un respirador, podría utilizarlo ocasionalmente. A pesar de su estado, el pontífice se ha mantenido en comunicación con diversas personas, incluyendo una llamada reciente a la parroquia de Gaza.
Cancelaciones y preocupaciones por su salud
La preocupación por la salud del papa se ha incrementado debido a su intensa agenda de trabajo, la cual se ha negado a reducir, a pesar de sus problemas respiratorios, de cadera, dolores de rodilla y otras intervenciones médicas previas.
El Vaticano ha cancelado varias actividades en su agenda:
- Audiencia jubilar del sábado suspendida.
- No presidirá la misa del domingo.
Además, la difusión de falsas informaciones en redes sociales sobre su fallecimiento generó confusión, lo que llevó a la Santa Sede a emitir aclaraciones sobre su estado.
Pronóstico y posible tiempo de hospitalización
El teólogo jesuita Antonio Spadaro, cercano al papa, comentó que Francisco podría permanecer hospitalizado entre dos y tres semanas.
«Está claro que la situación es delicada, pero no vi ninguna forma de alarmismo», declaró Spadaro. A pesar de su edad y problemas de salud, destacó que el pontífice tiene “una energía vital extraordinaria” y mantiene su compromiso con la Iglesia.
El papa Francisco ha reiterado en varias ocasiones que no tiene intención de reducir su ritmo de trabajo, a pesar de las advertencias médicas y la creciente preocupación dentro del Vaticano.