Este sábado 5 de abril, los relojes deberán atrasarse 60 minutos para dar inicio al horario de invierno. Esta modificación genera opiniones divididas y efectos en el reloj biológico, especialmente en algunas personas.
El Reloj Biológico y sus Desafíos
El cambio de hora afecta fundamentalmente al reloj biológico o ritmo circadiano, que sincroniza funciones esenciales como el sueño y la producción de hormonas con la luz solar. Este ajuste interno no siempre es fácil, especialmente cuando el cambio es abrupto.
Niños: Los Más Afectados
Según la doctora Carolina Oliva, los niños son los más afectados por el cambio de hora. La alteración de sus ciclos de sueño puede ocasionar trastornos del descanso y problemas de salud. Entre los síntomas más comunes se encuentran la fatiga, irritabilidad y una menor capacidad de concentración.
Efectos en Adultos
Si bien los niños son los más vulnerables, los adultos también experimentan consecuencias. Especialmente aquellos con horarios laborales estrictos podrían ver alteraciones en su estado de ánimo y rendimiento. Aunque pueden ajustarse más rápidamente, el cambio no deja de ser un desafío.
Consejos para Adaptarse al Cambio de Hora
- Ajustar gradualmente los horarios: Acostar y despertar a los niños 10-15 minutos antes durante la semana previa al cambio.
- Mantener horarios fijos: Consistencia en las rutinas de sueño y vigilia es crucial.
- Exponer a los niños a la luz natural: La luz de la mañana ayuda a regular el ritmo biológico.
- Evitar la luz antes de dormir: Disminuir el uso de dispositivos electrónicos una hora antes de acostarse.
- Favorecer un ambiente de descanso adecuado: Espacios oscuros, frescos y sin ruidos para un mejor sueño.
- Cenar ligero y evitar estimulantes: Evitar comidas pesadas y cafeína antes de dormir.