Graves incidentes en el Estadio Libertadores de América
El partido de Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile estuvo marcado por hechos de violencia que dieron la vuelta al mundo. Tras los incidentes, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, confirmó que el club argentino ya recibió su primera sanción: no podrá jugar en su estadio por tiempo indefinido y deberá buscar otro recinto para disputar sus partidos de local.
Clausura para preservar la escena y avanzar en la investigación
La Fiscalía solicitó la clausura del Estadio Libertadores de América con el objetivo de mantener intacta la escena y recolectar pruebas contra los agresores. Según detalló Alonso, los barristas de Independiente que irrumpieron en la tribuna visitante y atacaron a hinchas chilenos están identificados y podrían ser detenidos en las próximas horas.
“En el caso de los hinchas de Independiente, tenemos identificados a la mayoría de los que ingresaron a la tribuna y, en particular, a los que golpearon salvajemente, que van a estar imputados por intento de homicidio”, señaló la autoridad en Radio 10.
Consecuencias inmediatas para los barristas
El ministro explicó que, además de la imputación por intento de homicidio, los agresores recibirán prohibición de ingreso a los estadios y diversas sanciones. Sin embargo, recalcó que lo prioritario es “esclarecer y hacer que rindan cuentas los violentos que vimos en esas imágenes terribles”.
Conmebol ignoró advertencias de suspender el partido
Un antecedente clave es que el Ministerio de Seguridad pidió suspender el encuentro en tres ocasiones, antes de que se produjera el ataque a la hinchada visitante. A pesar de las advertencias, la Conmebol decidió continuar el partido.
“Tres veces le dijo la Policía que tenía que suspender el partido y no lo quisieron suspender. Si lo hubiésemos suspendido finalizado el primer tiempo y la gente bajaba de la tribuna, no hubiese pasado nada”, relató Alonso.
Errores en la organización del encuentro
Alonso también criticó la disposición de las hinchadas, señalando que fue la primera vez que los visitantes se ubicaron sobre los locales en un sector sin barreras físicas ni seguridad privada adecuada. La Policía había advertido previamente a la Conmebol y al club que esa disposición era peligrosa, pero las entradas ya estaban vendidas y se confió en la seguridad privada para evitar disturbios.