Un hecho judicial sin precedentes en Chile ha encendido las alarmas sobre el uso fraudulento de licencias médicas en el sector público. Por primera vez, un funcionario estatal fue condenado penalmente tras descubrirse que utilizó una licencia médica para viajar al sur del país y a Argentina, en lugar de cumplir con su supuesto reposo.
Primer caso en el país con condena por uso fraudulento de licencia médica

En 2022, antes de que estallara públicamente el escándalo por la manipulación de licencias médicas en instituciones estatales, la municipalidad de Maipú interpuso una querella contra su entonces director de Obras Municipales. La acción judicial, impulsada por la administración del alcalde Tomás Vodanovic, lo acusó por fraude y obtención injustificada de licencia médica.
La sentencia se dictó en mayo de 2025 por parte del 5° Tribunal de Juicio Oral, que estableció que el exfuncionario cometió dos delitos: presentación de una licencia médica falsa y cobro fraudulento de remuneraciones. La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó el veredicto, dándole firmeza a un fallo que sienta un precedente en la función pública.
Sanciones: cárcel, multa y suspensión para cargos públicos
Por estas infracciones, se dictó una pena de 120 días de prisión y una multa de 40 UTM (equivalentes a más de $2.745.000), además de la inhabilitación para ejercer cargos públicos. Sin embargo, dado que el condenado reunía los requisitos del artículo 4 de la Ley 18.216 —entre ellos una conducta previa intachable y bajo riesgo de reincidencia—, la pena fue sustituida por un año de libertad vigilada.
El viaje que delató el engaño
Los antecedentes que originaron la condena se remontan a noviembre de 2018, cuando el funcionario presentó una licencia médica entre el 16 y 23 de ese mes, argumentando sufrir un “trastorno adaptativo”. Pero la isapre rechazó la licencia, ya que el afectado incumplió el reposo domiciliario total que le había sido indicado.
Poco después, correos reenviados desde su cuenta institucional revelaron que, durante ese mismo período, el director viajó a Bariloche (Argentina) y al sur de Chile, acompañado por su pareja, también funcionaria del municipio, quien había solicitado vacaciones oficiales.
Según la querella, además de los correos, existía evidencia de que el funcionario arrendó un automóvil para movilizarse en territorio argentino y realizó gestiones bancarias para habilitar sus tarjetas en el extranjero.
Licencia médica otorgada por profesional sin respaldo
Uno de los aspectos más controversiales del caso fue la profesional que otorgó la licencia. Citada a declarar, la doctora indicó que diagnosticó al paciente con base en síntomas como “falta de sueño” y “nerviosismo”, los cuales, según ella, eran producto del estrés laboral.
Sin embargo, durante el contrainterrogatorio, admitió no tener especialización en salud mental, desconocer el trastorno adaptativo, e incluso ignorar qué tipo de medicamentos se prescriben en estos casos. El tribunal destacó la evidente falta de conocimientos médicos en el área relacionada con el diagnóstico, señalando como “llamativa” su ignorancia profesional.