El Presidente Gabriel Boric, tras resistirse, convoca al Cosena para evaluar despliegue militar en medio de la crisis de seguridad.
En un giro inesperado, el Gobierno de Gabriel Boric convocará al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) este próximo lunes, marcando un cambio significativo en su postura previa.
Respuesta al llamado de la oposición
El anuncio fue bien recibido en la esfera política, incluyendo a la oposición, que había instado al Mandatario a convocar al Cosena debido a la creciente ola de secuestros, homicidios y la crisis de seguridad.
Relacionados
A pesar de afirmar que la legislación fortalecida permitía abordar la situación, la persistente violencia y los datos recientes llevaron al Gobierno a reconsiderar su posición inicial.
Evaluación de la crisis
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, destacó que «durante las primeras semanas de enero, tenemos números que indican una mayor cantidad de delitos violentos que el mismo período del año 2023».
Datos que respaldan la decisión
La Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana arrojó un 90,6% de percepción de aumento de la delincuencia. Además, el Informe Nacional de Víctimas de Homicidios mostró una baja del 3% en estos delitos.
A pesar de las cifras optimistas, voces críticas sugieren que se necesita un periodo más extenso de análisis para afirmar una «tendencia a la baja» en los homicidios.
Plan Calles Sin Violencia 2.0
El Plan Calles Sin Violencia fue presentado en su versión «2.0», acompañado de la convocatoria al Cosena, como parte de las medidas para abordar la crisis.
Los recientes casos de muertes de menores de edad se han convertido en síntoma de una crisis que afecta transversalmente a la sociedad chilena.
Alertas que encienden las alarmas
La seguidilla de homicidios, especialmente durante noviembre y las festividades, ha encendido las alarmas, generando presiones adicionales para acciones gubernamentales efectivas.
Ultimátum del gremio de transportistas
El ataque a dos agricultores y el «ultimátum» de los transportistas ante la falta de soluciones efectivas ponen de manifiesto la urgencia de abordar la situación delictual.
El asalto a dos religiosas, tomadas como rehenes en Santiago, subraya la gravedad de la situación. La violencia se ha vuelto un elemento perturbador en la vida cotidiana.
