Más de mil consultas sin respuesta en proceso de licitación generan incertidumbre en torno al cronograma del proyecto hídrico clave para la región.

El cumplimiento del plazo previsto para la entrada en operación de la desaladora multipropósito de Coquimbo en 2028 se ve en entredicho, según advirtió la vicepresidenta de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES), Cristina Pardo de Vera.
Esto, luego que más de mil consultas de consorcios interesados en la licitación aún no han sido respondidas por parte de la Dirección General de Concesiones del MOP, lo que amenaza con postergar nuevamente el proyecto. La situación ha generado inquietud tanto en el mundo gremial como en el político local, donde rechazan nuevas demoras.
Retrasos acumulados y dudas del sector privado
Pardo de Vera explicó que desde 2019 la Dirección General de Concesiones ha evaluado diversas alternativas para concretar una desaladora en la región. Inicialmente hubo una declaración de interés público por parte de una iniciativa privada y, cinco años después, se presentó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) desarrollado por la sanitaria Aguas del Valle.
A partir de esa base se estructuró el actual proceso de licitación, el cual ha despertado alto interés, pero también múltiples interrogantes, especialmente en torno al riesgo asumido por la empresa adjudicataria respecto a los permisos.
Aunque reconoció que las bases incluyen un alto nivel de subsidio, lo que otorga cierta tranquilidad, Pardo advirtió que los principales cuestionamientos apuntan a posibles atrasos en la obtención de permisos y revisión de ingenierías, lo que podría afectar tanto a la empresa responsable como al suministro de agua comprometido para la región.
Entre las recomendaciones presentadas por ACADES para agilizar el proceso, una de las principales apunta a las condiciones de entrega del agua a la sanitaria, aspecto que no está claramente definido en la licitación. Desde el gremio señalan que el MOP debería asumir el contrato con la sanitaria para consolidar las reglas del juego y generar equilibrios adecuados entre las partes.
Riesgo en el cronograma y advertencias sobre plazos
En cuanto a los plazos, la vicepresidenta de ACADES sostuvo que “es difícil que se cumpla el objetivo de que la planta comience a operar en 2028”, aunque considera que es técnicamente posible.
El retraso en los permisos, la falta de alineación entre los organismos competentes, y la posibilidad de rediseños derivados de procesos de participación ciudadana y demandas sociales, son factores que podrían generar nuevas postergaciones.
Por ello, Pardo subrayó que este proyecto debería recibir prioridad nacional, dada su importancia estratégica para la seguridad hídrica de la población, y solicitó mayor diligencia a las autoridades.
Preocupación por falta de respuestas del MOP
Respecto a las más de mil preguntas formuladas por los consorcios participantes en la licitación, Pardo reconoció que “nunca imaginamos que la respuesta iba a demorar tanto”, a pesar del esfuerzo del equipo de Concesiones.
Alertó que algunas empresas ya han manifestado que sus comités de inversión no aprobarán presentar ofertas debido al retraso en la publicación de la circular aclaratoria. Otras, en tanto, advierten la dificultad de preparar una propuesta con el escaso tiempo disponible entre la publicación de las aclaraciones y la fecha límite de presentación.
Finalmente, desde ACADES manifestaron confianza en que el MOP pueda reaccionar con celeridad para evitar que esta oportunidad crítica para la región se pierda.