Un hombre de 43 años fue condenado a 5 años y un día de presidio efectivo por el delito de robo con intimidación en la comuna de Ñuñoa. Lo curioso es que el «botín» consistió en 9 cajas de helados que sustrajo de un local comercial en avenida Irarrázaval.
¿Cómo ocurrió el robo?
Según lo declarado en el fallo de primera instancia, el acusado junto a otra persona ingresaron al local Spacio 1 y comenzaron a sustraer helados que iban colocando en un carrito de feria. Durante el robo, el imputado amenazó al encargado del local con un supuesto arma oculta en su pantalón.
Luego de que el trabajador activara la alarma de pánico, el ladrón escapó con su cómplice, pero fue detenido poco después portando las cajas de helado y un cuchillo de grandes dimensiones.
Las secuelas en el trabajador asaltado
La víctima del asalto dio un testimonio detallado de los hechos y explicó las consecuencias negativas que experimentó a raíz de este traumático episodio. El asalto afectó emocionalmente al trabajador, quien estuvo dos semanas sin dormir y sentía inseguridad y temor a represalias. Fue enviado al psicólogo y recibió tratamiento con pastillas, pero luego de sufrir otro robo, renunció y quedó desempleado. Tanto el testimonio de la víctima como el de los carabineros que detuvieron al imputado fueron fundamentales para que el Tribunal determinara la condena por robo con intimidación.
El acusado tiene antecedentes penales y sus últimas dos sentencias son por hurto simple y hurto simple frustrado. A pesar de ser absuelto del delito de porte de arma blanca, deberá cumplir su condena de manera efectiva, sin posibilidad de acceder a penas sustitutivas.