Ñuble fue la única que al trimestre octubre-diciembre 2022 registró una destrucción anual de empleo formal, según el reporte del observatorio OCEC UDP. Las tasas entre migrantes en Tarapacá y Atacama superan el 50%, mientras la nacional es de 27%.
El mercado laboral chileno sigue mostrando una cara poca grata: la informalidad. Y se trata de una historia que presenta notorias diferencias a lo largo del país.
De hecho, 10 de las 16 regiones registraron un aumento en esta dimensión en el trimestre octubre-diciembre 2022, respecto al mismo período del año previo, reveló el reporte preparado por el director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP), Juan Bravo.
Y si bien la tasa entre aquellas personas con empleos que quedan ajenos a la seguridad social llegó a 27,4% en términos generales -lo que implica una baja desde 28,3% visto hace 12 meses- la gran explicación provino precisamente de lo ocurrido en la zona Metropolitana. Aquí, que representa el 44,3% de la ocupación total del país, el indicador se redujo en 3,2 puntos porcentuales para llegar a 24%.
Un porcentaje distante del 37,6% -el máximo de Chile- que exhibe Ñuble, una zona especialmente complicada por estos días debido a los devastadores incendios forestales.
“Es una de las grandes alertas”, señala el informe, pues es la única región del país que al trimestre octubre-diciembre 2022 acusó una destrucción anual de empleo formal, anotando una caída de 5,3% respecto al mismo período del año anterior.
“Esto significa que la región enfrenta la situación actual de los incendios con un mercado laboral muy debilitado, lo que, dado el impacto que provocará la catástrofe en la actividad regional, anticipa un grave deterioro en materia de empleo en esta zona”, agrega el análisis de Bravo.
El elevado grado de informalidad laboral en esta zona se da entre hogares como empleadores, construcción y agropecuario-silvícola y pesca. Esta última rama es particularmente relevante en la región, siendo la segunda actividad con mayor cantidad de ocupados en la zona, un 17,2% del total.
La construcción emplea al 8,4% del conjunto de la región, mientras que hogares empleadores el 5%.
La Araucanía no se queda mucho más atrás con una ocupación informal de 36,8%. Esta predomina en los ámbitos agropecuario-silvícola y pesca, comercio, manufacturas y construcción. Los dos primeros son de alta relevancia en la región, ya que explican el 15,9% y el 13,8% del empleo total de la zona.
El norte bajo presión
Otra dinámica que revela el reporte es la situación de la informalidad entre los trabajadores extranjeros. Y aquí el norte se roba el protagonismo.
En Tarapacá, la tasa general de informalidad es de 37,2%, pero salta hasta 58,1% al considerar solo mano de obra de personas de otras nacionalidades.
En esta región existe una alta informalidad laboral en diversas ramas como manufacturas, alojamiento y servicios de comida, transporte y almacenaje, comercio, construcción y salud, destacando comercio, pues representa el 26,9% del empleo total.
Una situación bastante similar se da en Arica y Parinacota, donde -al igual que Atacama- se observa una tasa de 54%. En este caso, el comercio explica el 20,6% del total regional.
A nivel nacional, la tasa de ocupación informal de personas de nacionalidad extranjera al trimestre octubre-diciembre 2022 fue de 30,6%, cifra superior al 27,4% que marca este indicador en el segmento de chilenos.
En la región Metropolitana en cambio, la tasa de ocupación informal del segmento extranjero es considerablemente menor, alcanzando el 25%.
Fuente: Diario Financiero
