La tensión entre Irán y Estados Unidos alcanzó un nuevo nivel este jueves, luego de que el gobierno iraní lanzara un ataque con misiles contra bases estadounidenses situadas en Catar e Irak. Esta acción fue una respuesta directa al bombardeo previo por parte de EE.UU. a instalaciones nucleares iraníes ubicadas en Isfahán, Fordow y Natanz.
El conflicto crece con rapidez, mientras las advertencias previas desde el gobierno iraní y desde la embajada estadounidense en Catar ya daban señales de que un enfrentamiento era inminente.
Misiles lanzados tras advertencias públicas
Desde antes del ataque, la embajada de EE.UU. en Catar había advertido a la población sobre un posible ataque y pidió buscar refugio. La alarma también fue amplificada por el propio presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, quien utilizó sus redes sociales para anticipar una reacción a la agresión sufrida.
Pezeshkian: «No iniciamos la guerra, pero responderemos»
El presidente iraní reafirmó la postura de su gobierno tras el ataque. En su cuenta de X, Pezeshkian declaró:
“No iniciamos la guerra ni la quisimos, pero no dejaremos sin respuesta la agresión contra Irán”.
Añadió también que el pueblo iraní resistirá con convicción:
“Defenderemos con todo nuestro corazón la seguridad de esta amada nación y cada herida en el cuerpo de Irán será sanada con fe, sabiduría y determinación”.
Catar intercepta misiles y condena la agresión
Aunque los misiles fueron interceptados por Catar antes de alcanzar la base estadounidense en su territorio, el gobierno catarí denunció la acción como una “violación flagrante” de su soberanía, reafirmando su rechazo al ataque iraní.